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SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
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viernes, 18 de octubre de 2019
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Dios te bendice con abundancia |
Dios no sólo transforma
tu vida, él te concede bendiciones y lugares de privilegio. La Biblia nos enseña que Rahab
(la mujer ramera de Jericó) ayudó a los espías hebreos a bajar con una cuerda
por la ventana de su casa, pues ella vivía en el muro de la ciudad, y los
espías en agradecimiento antes de irse le dieron instrucciones para que salvará
de morir en la toma de la ciudad de Jericó: Josué 2:18-21
“He aquí, cuando
nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por
la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus
hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las
puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa.
Y si tú denunciares
este nuestro asunto, nosotros quedaremos libres de este tu juramento con que
nos has juramentado. Ella respondió: Sea así como habéis dicho. Luego los
despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana”.
Es muy importante ver aquí
lo que representa ese “cordón de grana”. En primer lugar debía estar visible,
además se le advierte que en su casa deben estar su padre y toda su familia y
cualquiera que saliere fuera de las puertas de su casa moriría y ellos no
tendrían culpa alguna.
Reflexionemos en la
expresión: “Cordón de grana”. En primer lugar la palabra “cordón” aquí se
traduce del término hebreo “ticvá” que además significa: cuerda, esperanza. La
raíz de esta palabra significa: confiar. En quien más podemos nosotros confiar
y tener nuestra esperanza sino es en Cristo Jesús.
La palabra “grana” se
traduce del término hebreo “shaní” que significa: carmesí, escarlata, rojo. El
color carmesí está relacionado en la Biblia con el pecado y nos recuerda la
sangre que Jesús derramó por nuestros pecados; el color escarlata es un color de
la realeza, nos recuerda que Jesucristo es el Rey de reyes, nos recuerda que él
no sólo murió por nosotros, sino que además resucitó y está sentado a al
diestra de Dios.
Este cordón de grana o
cordón carmesí es símbolo del poder de la sangre de Jesucristo, la cual nos
libra de la muerte eterna y del juicio divino por el pecado. No importa que tan
grandes o terribles sean los pecados del hombre, cuando éste se acerca a Dios
con corazón sincero el poder de la sangre de Cristo lo limpia de todo pecado.
Podemos recordar también
aquí cuando el ángel de la muerte iba a venir sobre Egipto para traer el juicio,
Dios a través de Moisés instruyó a su pueblo para que sacrificará un cordero y
aplicará su sangre en los dinteles de las puertas y esa sería la señal para que
la muerte no tocará aquellas familias.
Entonces es la sangre de
Cristo la que nos salva de la muerte eterna, la fe en Jesús y en su sangre
derramada en la cruz nos limpia de todo pecado, es el sacrificio de Jesús el
que nos libra de la condenación eterna.
La misericordia y el amor
de Dios cubrió a Rahab, ella se casó con Salmón (de la tribu de Judá) y
tuvieron un hijo llamado Booz: Mateo
1:5 “Salmón
engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isa”.
Rahab no tenía esposo y
Dios le dio uno, así conformó una familia y vivió la experiencia de ser esposa
y madre, lo cual nunca antes había experimentado. Bendiciones que en Jericó no
habría alcanzado.
Hay mucha similitud entre
Rahab y nosotros, pues siendo pecadores y no siendo hebreos, nos llamó Dios por
su gracia y los que nos éramos pueblo de Dios vinimos a ser pueblo, y mucha más
aún, por Cristo vinimos a ser hijos de Dios.
Su nombre, Rahab, aparece en
el árbol genealógico del Señor Jesucristo, es decir, Dios honró su vida y
nombre, así como su fe, dejándola incluso como evidencia y ejemplo del poder
transformador de Dios. Recordemos que ella no era hebrea, pero Dios le dio el
honor a esta cananea de aparecer en la ascendencia de Jesús, y fue tatarabuela
del rey David.
Dios recibió a esta mujer
por su fe, ella era una ramera que vivía en una ciudad bajo condenación de Dios
y que sería destruida, no tenía esposo ni hijos, pero por su fe en Dios y por
poner su esperanza en el Señor ella fue rescatada, y lo que había perdido fue
restituido por el poder de Dios.
La literatura judía,
específicamente el Midrash (el cual es la recopilación hebrea escrita de las
interpretaciones orales de la Ley de Dios), enseña que las cuatro mujeres más
bellas del mundo han sido: Sara, Abigail, Ester y Rahab. Entonces ella vino
además a figurar entre las mujeres más importantes de Israel.
El nombre de su hijo fue
Booz, nombre que significa: alegría y firmeza. La tristeza que había vivido en
Jericó ahora había sido transformada por la alegría en Israel y por las
bendiciones del Señor. Dios puede transformar tu vida, llenarte de bendiciones
y darte lugares de privilegio, cosas que nunca antes habías imaginado o que no
creías que serían posibles en tu vida.
Conclusión: No hay nada difícil para nuestro Dios, lo que
debemos hacer es buscarlo y confiar en sus palabras, él no miente, sus promesas
son verdaderas y fieles, y él es poderoso para hacer mucho más de lo que
pedimos y entendemos.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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martes, 15 de octubre de 2019
Introducción: Dios es todopoderoso, él es el creador de los cielos y de
la tierra. Dios tiene el poder para transformar, para restaurar y para
restituir lo que se ha perdido. Podemos ir a Dios con nuestra vida hecha
pedazos y él repara la vasija que se ha quebrado.
Cuando no hay esperanzas y creemos que ya no hay nada por hacer, él
Señor se manifiesta con su poder y hace sus poderosos milagros. Cuando nadie
cree que Dios puede hacer grandes cosas, él lo hace para su gloria.
Dios es quien te levanta
y te bendice.
1) ¿Quién era Rahab? Josué 2:1
“Josué hijo de Nun
envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la
tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se
llamaba Rahab, y posaron allí”.
Como nos dice el texto bíblico ella era una ramera (prostituta). De
origen cananeo y por tanto pertenecía a un pueblo idolatra, ellos adoraban a
Baal, Asera, Istar, etc. Rahab tenía una casa posada en la misma muralla de la
ciudad de Jericó.
La palabra “ramera” se traduce del término hebreo “Zaná” que significa:
cometer adulterio, fornicar, prostituir. Hace referencia esta palabra a la
antigua práctica de vender su cuerpo por dinero.
Por tanto, siendo fieles al significado del término bíblico, no era una
mujer que posiblemente tenía una posada para los visitantes o extranjeros de
paso, ella practicaba la prostitución.
La ciudad de Jericó pertenecía al reino amorreo; por la violencia,
inmoralidad e idolatría de sus habitantes, la ciudad había sido condenada por
Dios a la destrucción y esa orden se la dio el Señor a Josué y a su ejército. De
manera que Rahab estaba viviendo en una ciudad bajo la condena de Dios.
Debemos tener en cuenta que el contexto nos enseña que los espías van a
morar aquella posada buscando donde pasar la noche, no buscando tener un
encuentro intimo con Rahab. Además estaban allí para reconocer la tierra y
buscaban alguna información adicional sobre aquella ciudad.
Debemos tener presente que el significado de su nombre, “Rahab”
significa: arrogancia, orgullo, violencia, escándalo. Quizá esto tenía que ver
con su carácter, pero el Señor tuvo de ella misericordia y por su fe en Dios
ella fue una mujer transformada.
No importa cuál haya sido nuestro estilo de vida, ni que tan difícil sea
nuestro temperamento, cuando nos acercamos a Dios poderoso es él para
transformar nuestra vida, y hacernos semejantes a él.
(Nota: Te
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de la manifestación de Cristo a Juan en la isla de Patmos, un estudio que fortalecerá
tu fe en el Hijo de Dios y en su obra redentora. Adquiere sin costo alguno este libro aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO).
2) La fe de Rahab la salvó a ella y a su familia. Hebreos 11:31.
“Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente
con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz”.
Rahab no pereció con los
desobedientes por su fe, más bien recibió en paz a los espías enviados por
Josué. Su fe la llevó a actuar de manera valiente, pues el rey de Jericó
solicitó que los sacará de su casa y los entregará: Josué 2:2 “Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de
los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la tierra”.
Sin duda, se requiere valentía y fe
para no obedecer al rey y ponerse del lado de los hebreos, arriesgando la vida.
La fe nos hace valientes, en contraste, la incredulidad nos hace débiles, por
eso dice la Biblia: “Por la fe Rahab no pereció”.
Rahab escondió a los dos espías entre
manojos de lino en el terrado (sin duda esto fue una sorpresa, pues al ser una
mujer que vendía su cuerpo, se hubiera ganado una buena recompensa por
entregarlos al rey de Jericó, esto fue una evidencia de su fe), y antes de que
se durmiesen los espías esa noche ella subió a hablar con ellos revelando su fe
en Dios y en su poder: Josué 2:10-14
“hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del
Mar Rojo delante de vosotros… y lo que habéis hecho a los dos reyes de los
amorreos… a los cuales habéis destruido. Oyendo esto, ha desmayado nuestro
corazón… porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la
tierra.
Os ruego pues, ahora,
que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la
haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura…
Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no
denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros
haremos contigo misericordia y verdad”.
Esta mujer expresa que había
escuchado las hazañas de Dios con su pueblo, todos en Jericó estaban llenos de
temor ante la avanzada del Dios de Israel, pero ella al tener allí a los espías
revela su fe en Dios a quien reconoce como “Dios en los cielos y en la
tierra”.
Ruega misericordia por su vida, por
su familia y por todo lo que tienen, y espera recibirla así como ella ha tenido
misericordia de ellos (ella salvó la vida de ellos, ahora ellos deben salvar la
suya). Esto nos recuerda que todo lo que sembremos, eso cosecharemos.
Los espías finalmente aceden a ese
acuerdo, y prometen salvar la vida de ella y de su familia, y le piden que
guarde aquel asunto en silencio. Ella intercedió por los suyos y su fe los
salvó a todos, la única casa que no cayó fue la de Rahab. No dejes de orar por
tu familia, Dios hará en ellos su poderosa obra.
3) Tu pasado no tiene que determinar tu futuro.
Dios tiene el poder de transformar
nuestra vida, y con su poder podemos hacer de nuestro mañana un futuro de
bendición y victoria. No tienes porque creer y pensar que naciste para el
fracaso. Eres un plan poderoso de Dios, no importa que haya pasado, Jesucristo
tiene el poder para transformar todas las cosas.
Por ser ramera seguramente era una
mujer señalada, rechazada socialmente, quizá para muchos era objeto de burla,
etc. Empezó a escuchar acerca del Dios de los hebreos, y esa fue la semilla
inicial, Dios comenzó a trabajar en su corazón.
Como resultado de su fe en Dios y por
el pacto con los espías ella fue salvada de la destrucción de la ciudad y fue
bendecida en la tierra de Israel: Josué
6:25
“Más Josué
salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella
tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los
mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó”.
Como nos dice la Biblia Josué salvó
la vida de Rahab, la familia de su padre y todo lo que tenía, y habitó entre
los israelitas.
Ella no volvió a ejercer la
prostitución. Recordemos aquí que en la ley dada por Dios a su pueblo en el
libro de Deuteronomio 23:17-18 dice: “No haya ramera de entre las hijas de
Israel… No traerás la paga de una ramera a la casa de Jehová tu Dios”.
Además la palabra “habitó” en Josué
6:25 se traduce del término hebreo “yashab” que además quiere decir:
permanecer, establecerse; no indicando o señalando continuidad en su conducta
inmoral.
Rahab cambio su estilo de vida en
Israel, ya no estaba viviendo más en una ciudad bajo la condenación de Dios, ni
en un pueblo destruido, sino en medio de un pueblo escogido y bendecido por el
Señor.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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jueves, 22 de agosto de 2019
lunes, 22 de abril de 2019
Ante los obstáculos de la vida todos tenemos reacciones
diferentes (Judas se suicidó, David se humilló y se arrepintió delante Dios,
Jesús oró en el huerto de Getsemaní, etc), sin embargo Dios nos enseña la
manera idónea para enfrentar cada adversidad.
Dios nos da la sabiduría para tomar las mejores decisiones, él nos fortalece para perseverar y alcanzar aquellas grandes cosas que nos ha preparado.
Dios nos da la sabiduría para tomar las mejores decisiones, él nos fortalece para perseverar y alcanzar aquellas grandes cosas que nos ha preparado.
Una actitud correcta ante la adversidad es bendecir a Dios y nuestra
vida.
La Biblia nos enseña que un día Job fue probado. A aquel gran hombre de
Dios un día le llegó la adversidad de modo que perdió sus hijos, sus ganados,
sus cosechas, su salud y hasta su esposa murmuró contra Dios y contra él.
¿Cómo reaccionamos cuando enfrentamos etapas críticas y difíciles en
nuestra vida? ¿Cuál es nuestra actitud cuando los resultados no son los que
esperamos? ¿Qué hablamos cuando nuestra salud o familia enfrenta
obstáculos?
La Biblia nos enseña las actitudes de Job en medio de esta situación:
Job 1:22 nos enseña que Job no le echó la culpa a Dios, “En todo esto no
pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno”.
Job 2:9-10 nos muestra que Job ante la presión, molestia y rechazo de su
esposa no pecó con sus labios contra Dios “Entonces le dijo su mujer: ¿Aún
retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Y él le dijo: Como suele
hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de
Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus
labios”.
Job 3:1-4 el patriarca maldice el día de su nacimiento. Ante la crisis
abre su boca para declarar malas palabras sobre el momento en que nació.
“Después de esto abrió su boca, y maldijo su día… Perezca el día en que yo nací
y la noche en que se dijo: Varón es concebido…”.
Todo esto nos permite ver su temor de Dios al no hablar contra él; pero
vemos también su humanidad al maldecir con decepción, tristeza y enojo el día
de su nacimiento. Vivir una crisis semejante no es fácil y conservar un estado
de ánimo apropiado no es sencillo.
Sin embargo, debemos darle a la palabra de Dios el primer lugar en
nuestras decisiones y ella nos enseña la importancia de adorar a Dios, darle
gracias y bendecir su nombre.
En nuestra boca está la vida y la muerte, y por eso Jesús dijo: “Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian” Lucas 6:28, y también dice la Escritura: “Bendecid, y no maldigáis” Romanos 12:14.
(Adquiere ahora sin costo alguno nuestro libro cristiano, un texto que edificará tu vida y la de aquellos que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO).
En nuestra boca está la vida y la muerte, y por eso Jesús dijo: “Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian” Lucas 6:28, y también dice la Escritura: “Bendecid, y no maldigáis” Romanos 12:14.
(Adquiere ahora sin costo alguno nuestro libro cristiano, un texto que edificará tu vida y la de aquellos que te rodean. Aquí en: GRATIS LIBRO CRISTIANO).
Tu
vida es un diseño divino, fuiste planeado un día por Dios y él ha preparado un
maravilloso propósito para tu existencia aquí en la tierra, y después de
cumplirlo su deseo es que estés para siempre con él.
Tu vida no es un estorbo
ni un accidente, eres linaje real, sacerdote para Dios, fuiste redimido con la
sangre preciosa de Jesús, eres hijo(a) de Dios, sin duda el título más grande
en esta tierra.
Además de este artículo, te invitamos a leer otros que bendecirán tu
vida:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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sábado, 19 de mayo de 2018
Introducción: Con frecuencia las desgracias de la vida o los dolores por el fracaso llevan a las personas a encerrarse en sí mismas, pierden cualquier esperanza y dejan de creer en nuevas oportunidades, no logran avanzar y más bien su vida se estanca y retrocede. Pero Jesucristo aparece no sólo para perdonar nuestros pecados sino para llenarnos de gozo con sus bendiciones…
miércoles, 16 de noviembre de 2016
Al dar inicio a su reinado, Uzías tomó la decisión de ir en pos del Señor. El término persistir aquí nos indica que durante ése periodo de tiempo el rey Uzías vivió para buscar la presencia de Dios.
El versículo cinco nos enseña que el rey Uzías “persistió”, la raíz de ésta palabra hebrea significa: respirar; ser (en sentido de existencia o vivir), acontecer, llegar a ser, existir.
Vemos entonces que el rey Uzías existía para buscar a Dios,esa era su pasión, era la razón de vida en su juventud y llegó a hacerse muy poderoso. Buscar a Dios debe ser un estilo de vida en cada uno de sus hijos. Veamos:
El versículo cinco nos enseña que el rey Uzías “persistió”, la raíz de ésta palabra hebrea significa: respirar; ser (en sentido de existencia o vivir), acontecer, llegar a ser, existir.
Vemos entonces que el rey Uzías existía para buscar a Dios,esa era su pasión, era la razón de vida en su juventud y llegó a hacerse muy poderoso. Buscar a Dios debe ser un estilo de vida en cada uno de sus hijos. Veamos:
Dios recompensa a los que le buscan
2 Crónicas 26:1-5 “… De dieciséis años era Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén… E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho Amasías su padre. Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, entendido en visiones de Dios; y en estos días que buscó a Jehová, él le prosperó”
Pero "buscar a Dios" ¿qué significa en éste pasaje? Debemos reconocer que ésta es una frase casi de moda hoy día. Sin embargo vamos un poco más allá a la luz del texto escrito. La palabra hebrea usada aquí para buscar, significa además: seguir, indagar, consultar, preguntar, requerir, frecuentar, pisar. Entonces es ir en pos de Dios mismo y es conocer todo lo posible acerca de su ser. La palabra hebrea es "darásh" y en algunos textos de la Biblia se traduce adorar. Vemos pues la gran relación entre buscar y adoración.
Debemos procurar caminar con otras personas que sean buscadores de Dios. La Biblia nos enseña que Zacarías era un profeta (vidente, Dios le hablaba y se le revelaba por visiones). Su nombre Zacarías tiene un significado especial: Dios se ha acordado, el Señor ha traído a memoria.
Sabemos que Dios no olvida nada, y nada se le pasa por alto, pero el profeta Zacarías era un hombre de comunión intima con el Señor, era un hombre que atraía la mirada de su Dios. Cómo profeta del Señor tenía un oído desarrollado y ejercitado para discernir la voz del Altísimo, él sabía que era Dios quien le hablaba.
Sabemos que Dios no olvida nada, y nada se le pasa por alto, pero el profeta Zacarías era un hombre de comunión intima con el Señor, era un hombre que atraía la mirada de su Dios. Cómo profeta del Señor tenía un oído desarrollado y ejercitado para discernir la voz del Altísimo, él sabía que era Dios quien le hablaba.
El profeta Zacarías era un hombre entendido en visiones. Esto nos enseña que él hacía distinción, separaba, comprendía, era una persona prudente, inteligente por la sabiduría que del Señor tenía, había sido adiestrado y capacitado en la atmósfera profética.
Vemos que al moverse en un ambiente profético, es decir del Espíritu Santo, veía en su espíritu, es muy importante tener en cuenta que aquí nos dice: “entendido en visiones de Dios” (no eran las de su propio corazón, eran las que el Señor le permitía ver). Por esa pasión por la presencia de Dios, Zacarías inició o animó a Uzías en los caminos de Dios.
Debemos tener en cuenta que la visión de Dios va de la mano con el conocimiento de la palabra de Dios. El primer libro de Samuel 3:1, nos dice así: “El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia”.
Vemos pues que cuando hay escasez de la Palabra del Señor, hay escasez de una correcta visión divina. Cuando hay escasez de la Palabra de Dios, los caminos por donde andamos son llenos de tinieblas, pues la Biblia nos dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Su palabra es luz.
Vemos pues que cuando hay escasez de la Palabra del Señor, hay escasez de una correcta visión divina. Cuando hay escasez de la Palabra de Dios, los caminos por donde andamos son llenos de tinieblas, pues la Biblia nos dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Su palabra es luz.
La bendición de Dios es integral y la quiere para cada uno de sus hijos, el texto que leemos nos dice: “en estos días que buscó a Jehová, él le prospero”, aquí la palabra hebrea usado para prosperar es "tsaleaj" que traduce también: triunfar, prosperar, ser efectivo.
Cuando vemos la vida del rey Uzías vemos que el Señor lo bendijo de manera integral: él creció espiritualmente, también venció a sus enemigos, edificó ciudades, tuvo muchos ganados y una gran y amplia agricultura, además un gran ejército armado con lo mejor y más avanzado de su tiempo.
Al ver en detalle la Biblia vemos que los buenos reyes fueron aquellos que buscaron a Dios, y estas personas piadosas fueron prósperas en todo.
Lamentablemente el rey Uzías, un día abandonó la decisión que había tomado (es decir el buscar a Dios), y su corazón se rebeló contra el Señor Dios, y este fue el motivo de su ruina y fracaso, por eso la Biblia nos dice: “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios” (2 Crónicas 26:16). Dios recompensa a lo que le buscan, pero la bendición no debe ser la prioridad, amar y seguir al Señor es lo más importante en la vida de todo hijo de Dios.
Cuando vemos la vida del rey Uzías vemos que el Señor lo bendijo de manera integral: él creció espiritualmente, también venció a sus enemigos, edificó ciudades, tuvo muchos ganados y una gran y amplia agricultura, además un gran ejército armado con lo mejor y más avanzado de su tiempo.
Al ver en detalle la Biblia vemos que los buenos reyes fueron aquellos que buscaron a Dios, y estas personas piadosas fueron prósperas en todo.
Lamentablemente el rey Uzías, un día abandonó la decisión que había tomado (es decir el buscar a Dios), y su corazón se rebeló contra el Señor Dios, y este fue el motivo de su ruina y fracaso, por eso la Biblia nos dice: “Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios” (2 Crónicas 26:16). Dios recompensa a lo que le buscan, pero la bendición no debe ser la prioridad, amar y seguir al Señor es lo más importante en la vida de todo hijo de Dios.
Conclusión: Podemos concluir que después de la salvación, el don más valioso que el hombre puede tener, es un corazón cuya plenitud es buscar la presencia del Señor. Después de la preciosa sangre de Jesucristo, la mayor bendición y privilegio de una persona es mantener una buena comunión con Dios. Gracias Señor por tu amor y cuidado.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "LIBRES PARA CUMPLIR CON EL PLAN DE DIOS".
sábado, 12 de diciembre de 2015
“Y respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré”. Gén. 48:9.
Que hermoso cuadro: Jacob en su vejez, José su hijo, Efraín y Manasés sus nietos. Vemos aquí tres generaciones, al leer la Biblia vemos que Dios es un Dios de generaciones, por ejemplo a Moisés Dios dijo: “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob”. Dios desea que nosotros lo sigamos, y también todos nuestros descendientes. La Escritura nos dice muchas cosas de los hijos, veamos algunas por ejemplo:
1. “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre” (Sal. 127:3).
2. “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas… y vuestros jóvenes verán visiones” (Joel 2:28).
3. “Instruye a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma” (Prov. 29:17).
En el texto de hoy, José dice: “son mis hijos que Dios me ha dado aquí”. Ni siquiera en broma debemos poner en duda quienes son nuestros hijos, y expresarlo delante de ellos y de otros es muy importante, pues su identidad es afirmada. José reconoce que son un don del cielo, que Dios se los ha dado y honra al Señor declarándolo. Concluimos entonces que los hijos no son un problema, ni un obstáculo, sino una bendición de Dios, a través de la cual Dios quiere perpetuar su Nombre.
Por supuesto, a veces en su proceso de formación, se originan dificultades, que requieren la sabiduría de Dios en los padres. Dios nos encomienda instruirlos en Su camino, conducirlos hacía el propósito divino, y para lograr esto, definitivamente tenemos que hacer equipo con Dios, pues el desafío es grande. Qué bueno que Dios es Padre, Jesús es Hijo, y el Espíritu Santo está con nosotros para ayudarnos.
Jacob como patriarca y líder de la familia, impone sobre Efraín y Manasés sus manos y abre sus labios para bendecirlos, declara palabras de bendición, de multiplicación, crecimiento y devoción a Dios. Esto debemos hacerlo con nuestros hijos, orar por ellos, ministrarlos y profetizar palabras de bendición sobre sus vidas, pues los padres tienen la autoridad de Dios sobre sus hijos para hacerlo.
Si en el pasado hubo palabras de maldición sobre los hijos, pues ahora en Cristo, es el tiempo de cancelar esas palabras ociosas y declarar palabras de bendición y victoria sobre ellos.
Reflexión final: Dios diseñó la familia, el matrimonio y la continuación de la vida a través de los hijos. Son ellos para nosotros un regalo de Dios, que debemos cuidar y formar con responsabilidad ante los ojos de Dios, animándolos y guiándolos al propósito divino, conscientes de que somos un modelo de vida para ellos.
Escrito por Gonzalo Sanabria para Estudios y sermones. Autorizado para ser publicado en Mensajes y sermones para predicar.
Te invitamos a leer: "CÓMO ALCANZAR LAS PROMESAS DE DIOS".
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