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martes, 4 de febrero de 2020
(Por qué vivir es
Cristo y morir es ganancia, Filipenses 1:21). A medida que caminamos con Dios y
nos es revelado su carácter, su amor y sus propósitos, nos damos cuenta que él
se convierte en la razón y el motivo de nuestra existencia. Llegamos a ser
conscientes de que Cristo debe ser nuestro todo, concluimos que nuestro vivir
es Cristo.
De hecho él es nuestra
vida, provisión, protección, fortaleza y razón de existir. Empezamos a enamorarnos
más de él y nos damos cuenta que separados de él nada podemos hacer. Él es
nuestro Creador y además nos compró a precio de sangre en la cruz del calvario,
entonces somos dos veces propiedad de Dios (“creados y comprados”). Veamos
ahora este interesante estudio:
Por qué vivir es Cristo y morir es ganancia según Filipenses 1:21
“Porque para mí el
vivir es Cristo, y el morir es ganancia” Filipenses 1:21.
1) En primer lugar vemos que la fe del
apóstol Pablo en Dios iba mucho más allá de sus palabras y expresiones, iba
mucho más allá de hacer evangelismo o anunciar la palabra de Dios, él estaba
convencido de que cualquiera que fuera la voluntad divina, precisamente lo más
importante era hacerla. El apóstol Pablo sabía que su vida entera y completa era
propiedad del Señor.
La Escritura nos enseña que este apóstol
después de tener su encuentro con el Señor Jesucristo, rindió su ser y su vida
completamente a Dios, de manera que vivió para él y su motivo de existencia no
fue otro que hacer la voluntad de Dios sin importar cual fuera.
2) En segundo lugar el apóstol Pablo
expresa aquí en Filipenses 1:21, con fuerza y seguridad dice: “para mí el vivir
es Cristo”, esta frase estuvo acompañada de evidencias contundentes y evidentes
a lo largo de su vida cristiana. Definitivamente Pablo no vivió para nada y
para nadie más que no fuera Jesucristo nuestro Señor.
En este mismo versículo dijo también este
siervo de Dios: “y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21b). Él sabía que al
abandonar su cuerpo, al partir de esta tierra de los vivientes, partiría a su
encuentro con Aquel que lo había salvado, Aquel que lo alcanzó con su misericordia
pues no solo lo perdonó, sino que lo llamo al apostolado. La gracia y la misericordia
del Señor cayeron sobre Saulo de Tarso y se convirtió en un poderoso siervo de Dios.
3) En tercer lugar podemos concluir que
cuando en nuestra vida cristiana somos conscientes de esta salvación tan grande
y del sacrificio por amor de Jesús en la cruz; cuando somos conscientes de que
al partir de este cuerpo partiremos para encontrarnos con el Señor, no hay
temor a la muerte y nuestra vida aquí en la tierra es diferente, pues vivimos
en función de Aquel que nos salvó y quien sin duda, vuelve por su iglesia.
Ante todo esto Filipenses
1:21 adquiere mucho más valor para todos nosotros: “Para mí el vivir es Cristo
y el morir es ganancia”.
Es muy importante ser sabios, pues no
quiere decir esto que no debemos trabajar o fijarnos metas en nuestra vida
terrenal, debemos ser responsables, trabajadores, diligentes, y dar buen
testimonio a nuestro prójimo en esta tierra, pero todo lo que hacemos debemos
hacerlo siguiendo el consejo de nuestro Dios y la dirección del Espíritu Santo,
de manera que lo que hagamos sea para la gloria y alabanza de nuestro buen
Dios.
Concluimos pues ante estas
palabras de la Escritura que debemos no sólo dar gracias al Señor por su amor y
por salvarnos, sino rendir nuestra vida a él y vivir en función de su voluntad
y no en función de nuestros deseos. Hoy día nuestro vivir es Cristo y morir es
ganancia, Filipenses 1:21.
Te invito a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
- Por qué el vivir es Cristo y morir es ganancia, Filipenses 1:21 -
lunes, 23 de diciembre de 2019
(Reflexión: Lo imposible para el
hombre es posible para Dios). La Biblia nos enseña de manera
clara y contundente que aquello que es imposible para los hombres, es posible
para nuestro Dios.
Recordemos que cuando Abraham por su avanzada edad y por la esterilidad
de Sara su esposa, pensaba que no podía tener hijos, Dios le preguntó: “¿Habrá
alguna cosa difícil para Dios”. Ciertamente todo es posible para Dios…
Sermón: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios:
Nos dice Lucas 8:43-44 “Pero
una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había
gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se
le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el
flujo de su sangre”.
1) En primer lugar vemos crisis que pueden durar años. El Señor Jesús se dirige a la casa de
Jairo, principal de la sinagoga, para ver y sanar a su hija que está gravemente
enferma. Mientras se desplaza, entre la multitud que le sigue viene una mujer
enferma de flujo de sangre.
La Biblia nos enseña que ésta mujer
padecía aquella enfermedad hacia doce años. Es interesante recordar aquí que en
la Biblia el número “doce” indica gobierno, entonces esta mujer había estado
bajo el gobierno de la enfermedad, sin duda, un tiempo de aflicción, tristeza, pérdida,
etc.
Ante una enfermedad como ésta, flujo
de sangre por doce años, podemos ver una mujer que además estaba padeciendo
anemia, por tanto, tenía debilidad, su estado emocional estaba muy afectado,
pero en medio de todo esto, ella creyó que Jesús podía sanarla. Entonces tenía
fe y esperanza en medio de la crisis.
2) En segundo lugar observamos que la crisis también puede ser financiera. Nos dice además el texto que “había
gastado en médicos todo cuanto tenía”, aquella enfermedad la había dejado sin
dinero, todo su patrimonio había desaparecido buscando solución para su
aflicción.
A pesar de haber gastado todo cuanto tenía, lamentablemente su condición no mejoraba en algo. Así que su
condición empeoraba, pues además de la enfermedad empobrecía cada vez más. Gracias a Dios que podemos acudir a él y siempre nos escucha
3) En tercer lugar podemos ver la fe de la mujer y el poder de Jesucristo el Señor. Ella creyó que Jesús podía sanarla, y
por eso se esforzó para pasar por en medio de la multitud que seguía al
Maestro, perseveró hasta llegar a él y tocó el borde de su manto y de manera
sobrenatural “al instante se detuvo el flujo de su sangre”.
Esto nos recuerda que Dios recompensa la fe y perseverancia de sus hijos. Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
Esto nos recuerda que Dios recompensa la fe y perseverancia de sus hijos. Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
Esta mujer había gastado todo su
dinero en médicos, había buscado diversas soluciones, y cuando seguro estaba a
punto de rendirse, escuchó hablar de Jesús y se dispuso para buscar su milagro
y lo alcanzó. Dios nunca decepciona a aquella persona que le busca, siempre es
la solución para toda crisis y problema.
Te invitamos a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
"Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación" Salmo 18:1-2. Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
miércoles, 9 de mayo de 2018
8:30
Pastor Gonzalo Sanabria
cosas, Dios, hace, porque, sabe
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Introducción: Algunas veces nos cuesta trabajo
entender la obra de Dios, en otras ocasiones podemos cuestionar la voluntad del
Señor, y como Jonás en otros momentos podemos huir para evitar el plan de Dios.
Lo correcto es disponer nuestro corazón en las manos del Señor, él sabe cómo
hace sus cosas, él sabe muy bien a dónde nos lleva y todo lo hace bien en su
tiempo…
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