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jueves, 7 de febrero de 2019
Dios
restaura y sana nuestro corazón. Génesis 45:1-5, 13-15 “No podía ya José contenerse delante de todos los
que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de conmigo a todos… Entonces se
dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios… Y dijo José a sus hermanos: Yo
soy José: ¿Vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle…
viernes, 21 de septiembre de 2018
11:19
Pastor Gonzalo Sanabria
afectan, corazón, Dios, emocionales, heridas, salud, sana
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Introducción: La condición de nuestro cuerpo físico es
en buena manera una evidencia de nuestra condición interior. Cuando nuestra
alma está bien porque camina en la voluntad y diseño de Dios, nuestro cuerpo
disfruta de armonía y bendición, pero cuando hay heridas y ofensas el alma sufre
y el cuerpo físico también…
Las heridas emocionales afectan la salud.
La Biblia enseña
claramente que estamos conformados por el espíritu, el alma y el cuerpo, y que
la condición interna determina la condición externa. La Biblia nos habla por
ejemplo del “espíritu angustiado” o de la “amargura de espíritu”, como por
ejemplo en Génesis 26:34-35, en este
caso la situación fue causada por Esaú a sus padres, Isaac y Rebeca.
Sin duda el alma humana
recibe muchas heridas, y las más profundas y dolorosas son las causadas por los
seres más cercanos. Son diversas las actitudes y acciones que causan heridas en
la familia:
a) Infidelidad por parte de uno o de
ambos cónyuges.
b) Mal trato verbal o físico hacia el
otro. Sea el cónyuge o hijo(a).
c)
Actos de menosprecio hacia la otra persona.
d) Comparaciones desagradables hacia el
otro.
e) Promesas no cumplidas, mentiras y engaños.
f)
Falta de atención o de tiempo de calidad.
g) Faltas cometidas por los hijos que
afectaron el buen nombre de la familia.
h) Disciplina injusta o ausencia de ésta
sobre los hijos.
i)
Preferencias de los padres hacia sus hijos.
j)
Secretos divulgados.
k) Ofensas entre hermanos o menosprecio
entre ellos.
l)
Burla hacia alguno de los hermanos.
El alma se manifiesta a
través del cuerpo, en ella se asienta la mente, la voluntad y las emociones. Dios
desea que el alma de sus hijos prospere, cuando ésta prospera, las demás áreas
son también prosperadas:
“Amado, yo deseo que tú
seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu
alma” 3 Juan 2.
Entonces hay almas que
no prosperan o no tienen plena salud, porque sufren heridas, y por tanto el
resto de su vida tampoco puede prosperar, porque la prosperidad en todas las
cosas depende de la prosperidad del alma.
La Biblia nos enseña
que el alma determina la vida, pues el espíritu puede salir del cuerpo y no
morir la persona, como por ejemplo los hombres de Dios que en espíritu fueron
al tercer cielo, pero el alma cuando se sale del cuerpo la persona muere, por ejemplo:
Génesis 35:18 “Y
aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni;
más su padre lo llamó Benjamín”. Nos habla del parto de Raquel, esposa de
Jacob, quien murió al dar a luz a su hijo Benjamín.
Entonces la vida y la
condición de salud del alma son vitales para el hijo de Dios. Cuando una
persona tiene herida su alma, esa condición afecta su cuerpo. Promueve
enfermedades físicas e impide la prosperidad integral que Cristo alcanzó para
sus hijos en la cruz...
Pero Jesucristo ha
venido a sanar a los quebrantados de corazón. Él es por excelencia nuestro
sanador. Sin duda una herramienta fundamental para la sanidad del alma es el
perdón. Cuando decididnos perdonar nuestro corazón experimenta sanidad y
libertad, condición que mejora nuestra vida natural, emocional y espiritual.
Oración: Gracias Dios
por enviar a tu Hijo Jesucristo a dar su vida por nuestros pecados, gracias por
perdonar todas nuestras ofensas, y por eso también decidimos perdonar a los que
nos han ofendido. Amén
Además de este artículo, te invitamos a leer otros que bendecirán tu
vida:
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
.
jueves, 13 de julio de 2017
Introducción:
El texto de hoy nos permite concluir que debido a su situación en oscuridad e
impotencia, rechazo y soledad, el ciego de Betsaida no esperaba ni creía en un
milagro. Tal vez esperaba la muerte desde su triste condición. A veces a la dificultad
le permitimos ser más grande de lo que realmente es. Pero el Señor Jesús
ministró a ésta persona y fue restaurado plenamente, Dios es todopoderoso…
Sermón: Jesús sana a un ciego.
La Biblia nos dice: “Vino
luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que lo tocase. Jesús
tomando la mano del ciego le llevó fuera de la aldea, y escupiendo en sus ojos,
le puso las manos encima y le preguntó si podía ver algo. Él le respondió: Veo
los hombres como árboles, pero los veo que caminan. Luego le puso otra vez las
manos sobre sus ojos, y le hizo mirar, y fue restablecido, y podía ver de lejos
y claramente a todos”.
La Biblia no nos dice cuánto
tiempo llevaba así, tampoco nos muestra la causa de su enfermedad,
probablemente era un mendigo, tal vez sin familia, y si era de la familia de
Leví no podía ser sacerdote. Como ciego dependía de otros, y vivía con temores
y en una total oscuridad.
Dios es el Señor, y por tanto tiene
todo poder, él es la autoridad absoluta y total del universo natural y
espiritual, por eso actúa como quiere impulsado siempre por su gran amor. El Señor
hace muchas cosas que nos sorprenden, y sin duda sabe lo que hace y porque. En
éste caso en particular toma al ciego y lo lleva fuera de la aldea, luego nos
dice la Biblia que escupe en sus ojos, y finalmente impone sus manos en los
ojos del ciego, las maneras de Dios siempre nos sorprenderán).
La Biblia nos deja ver que éste milagro sucede
en dos etapas (por eso vemos un proceso, también nos habla de niveles, aquí
vemos visión nula, visión media y visión óptima o perfecta). El Señor Jesús
impone sus manos por segunda vez, lo cual es una nueva ministración, entonces debemos
perseverar y no renunciar, pues a su tiempo llegará el día cuando brillará la
luz de Cristo en tu familia, y él hará cosas maravillosas.
La Escritura nos dice que él “Fue restablecido”, y restablecer se
traduce de la palabra griega “apokadsítemi” que además quiere decir: restituir,
restaurar, devolver, reponer. Es una acción que lleva restauración de algo que estaba
dañado).
Conclusión: Sin duda cuando nos acercamos al Señor Jesucristo inicia la
restauración. La vida del ciego fue restituida: visión, familia, sociedad, propósito
de vida, y por supuesto su mayor satisfacción fue ver al Salvador, ser tocado y
transformado por su poder y amor. Dios viene con restitución, él viene a
transformar nuestra dificultad en victoria. Dios es todopoderoso para
transformar y restaurar todas las cosas.
Te invitamos a leer el sermón: "ERES LLAMADO POR DIOS".
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Sermón: Jesús sana aun ciego. - Temas para predicar -
miércoles, 27 de julio de 2016
10:17
Pastor Gonzalo Sanabria
Dios, emocional, emociones, Jesús, sana, sanidad
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(Recuerda
hacer click en el título para ver el devocional completo) Debemos considerar la interesante manera como
el señor Jesucristo se presenta al comenzar su ministerio en Israel: “Jesús llegó a Nazaret, donde había
sido criado, y según su costumbre,
entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer. Le dieron el libro
(el rollo) del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba
escrito: "el Espíritu del señor esta sobre mí, porque me ha ungido para
anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los
cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a
los oprimidos; para proclamar el año favorable del señor” Lucas 4:
16-19.
Aquí podemos ver la razón de ser de su
ministerio en la tierra, así como el ministerio que él espera que desarrolle su
iglesia. Por eso salvación, sanidad, liberación y restauración fue lo que el
Señor Jesús trajo a la tierra de Israel y es también lo que sigue enviando a todas
las naciones de nuestro paneta a través de su iglesia.
Reflexionemos ahora por ejemplo en la
frase: “A sanar a los quebrantados de corazón”. Palabras que no nos hablan
primero de una sanidad ante problemas cardiacos naturales (que con seguridad se
dará cuando el alma recibe restauración o liberación), sino de los quebrantos del
alma o emocionales que han afectado fuertemente la vida del hijo de Dios, son
heridas del corazón o del alma.
Son situaciones causadas por momentos
vividos desde el vientre de la madre, por ejemplo el rechazo del bebe antes de su
nacimiento, por que deseaban sus padres un niño y nace una niña, o quizá porque
la situación financiera es difícil, entre otras razones.
Estos momentos dolorosos o traumáticos
sellan o marcan el corazón de la persona y se manifiestan luego en el resto de
la vida, podemos ver por ejemplo que la persona rechazada vive con complejos,
miedos y diversos niveles de inseguridad. Todas estas cosas hacen que el
individuo no avance para lograr sus metas personales, y la incredulidad no
permite creer en las promesas del Señor para su vida.
Éstas son
situaciones cuyo origen espiritual es profundo, no pueden verse con nuestros
ojos normales, similares a la raíz del árbol que no puede verse, pero su
función es de gran importancia, por ejemplo las Sagradas Escrituras nos hablan
de la raíz de amargura: “Busquen (Sigan) la
paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Cuídense de
que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura,
brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados”
Hebreos 12:14-15.
Debemos tener en cuenta que la
restauración del corazón herido es no sólo la voluntad de Dios para el ser
humano, sino que es fundamental para vivir una vida que logra los planes del
Señor y puede disfrutar la plenitud de las bendiciones planeadas en el cielo
para cada uno de los hijos de Dios.
Por eso abre el corazón y permite al Espíritu
Santo de Dios que te muestre qué necesita ser sanado en el corazón, sólo el
Señor conoce lo más profundo de ti y sólo él tiene el poder para restaurar el
corazón que él mismo ha diseñado.
Oración: Señor
te doy gracias por ser mi Creador y también mi sanador. Hoy expongo mi corazón
ante tu presencia y poder. Perdona Dios mío mis pecados y restaura Señor
aquellas áreas de mi vida que han sido lastimadas. Llena con tu amor todos los
vacíos de mi vida, ayúdame a perdonar, comprender y tolerar a quienes me han herido.
Oro por ellos y te pido que tengas compasión de sus vidas, así como tienes misericordia
de la mía. Gracias Dios. Amén”.
Ahora quiero presentarte nuestro
libro: “SANIDAD PARA EL ALMA HERIDA”. Libro compuesto por 14 títulos, entre
ellos podrás leer:
Dios sana las heridas.
La sanidad interior.
La restauración del apóstol Pedro.
Arrancando la raíz de amargura.
¿Cómo vencer el afán y la ansiedad?
Señales de una maldición y cómo romperla.
Libres de la angustia; entre otros temas para catorce
capítulos en total.
Éste libro virtual es dirigido a la
restauración, liberación y restauración de aquellas áreas heridas o lastimadas
en nuestra vida. Basado en la Palabra de Dios esperamos que puedas tenerlo,
estudiarlo y que además sea una herramienta para enseñar a muchos. Puedes
adquirirlo aquí en: SANIDAD PARA EL ALMA HERIDA.
“Pero Él fue
herido (traspasado) por nuestras transgresiones, Molido por nuestras
iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, Y por Sus heridas
(llagas) hemos sido sanados” Isaías 53:5.
Escrito por Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "ERES LLAMADO POR DIOS".
martes, 3 de mayo de 2016
18:14
Pastor Gonzalo Sanabria
Jesús, Pedro, sana, suegra
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Cuando enfrentamos una dificultad, prueba o ataque espiritual, el desánimo, la duda, la crítica o la murmuración, aparecen como enemigos que quieren atacar la fe, desvirtuando la bondad de Dios, su poder y soberanía. Es muy importante recordar que a Dios nada lo toma por sorpresa, él continúa sentado en su trono y gobernando todas las cosas, él sigue siendo el Hacedor de milagros, Aquel que llega en el momento preciso para manifestar su gloria...
“Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía” Mt. 8:14-15.
Cuando Jesús llega todo es transformado, también los hogares y familias. Había enfermedad en casa de Pedro. A veces en nuestra casa hay tristeza, depresión, crisis matrimonial, dificultades con los hijos, heridas del corazón, pero Cristo es poderoso para cambiar las cosas. El Señor Jesús tiene el poder para restaurar.
La suegra de Pedro estaba postrada en cama con fiebre (enferma, limitada, impotente), y Jesús la tocó… y aquello que la oprimía, que la afligía se fue, y ella se levantó, “y les servía”. Tal vez has caído, o tropezado, o estas postrado, o desanimado, pero Dios puede levantarte, y renovarte para que lo sigas, y con un corazón agradecido le sirvas.
Esta porción nos enseña también que como Pedro con su suegra enferma en casa, podemos estar siguiendo a Jesús y sirviéndole, y experimentar dificultades y dolencias que superar en casa. Ante esto, debemos esforzarnos y perseverar, pues Jesús llegará en el momento oportuno, para establecer su voluntad y bendición en nuestro hogar.
Jesús es nuestro libertador y sanador, Mt. 8:16 (“…y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos”). Jesús es la respuesta y verdad para todos los hombres, el texto nos dice cómo venía la gente de la ciudad, de Capernaúm, a Jesús: afligidos espiritualmente, vacíos en su corazón (aunque eran muy religiosos), mal físicamente (enfermos, con dolencias) y emocionalmente con crisis, depresión, resentimientos, confundidos… pero encontraron en Jesús su respuesta.
Es interesante aquí mencionar que Capernaúm (ciudad donde Pedro vivía y ocurren éstos hechos) significa: “ciudad de consuelo”, y esto fue lo que encontraron sus habitantes en Jesús: consuelo, sanidad, liberación y salvación. Jesús es la verdad que salva y libera a los hombres de la condenación eterna, y después de acercarnos a él, es fundamental caminar en Su verdad, sin apartarnos de su Palabra.
Su obra estaba profetizada, así como su segunda venida, Mt. 8:17 (“para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías”). Acerca de Jesús estaba dicho que nacería de una mujer que no había conocido varón, en una aldea llamada Belén, que sobre él reposaría el Espíritu del Señor, que estaría predicando en Galilea de los Gentiles, que andaría sanando a los enfermos y liberando a los cautivos, que habría de morir en una cruz y al tercer día resucitaría, y fielmente se cumplió todo lo que estaba escrito de él.
Por todo esto, podemos estar seguros y confiados que Dios siempre cumplirá sus palabras, pues él no miente, él es la Verdad, es fiel y verdadero, aunque los hombres e instituciones te fallen, él nunca te fallará, puedes confiar totalmente en él.
Te invitamos a leer: "EL PODER SOBRENATURAL DE DIOS".
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria
para Estudios y sermones. Autorizado para ser publicado simultáneamente en Mensajes y sermones para predicar y Web Recursos Cristianos.
viernes, 1 de abril de 2016
11:08
Pastor Gonzalo Sanabria
ciegos, dos, Jesús, sana
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Una noche se prendió fuego en una casa y un adolescente tuvo que subir al techo. Su padre estaba parado afuera con sus brazos extendidos gritándole, "¡brinca hijo y yo te agarro!". Él sabía que su hijo tenía que saltar. Pero la única cosa que su hijo podía ver era las llamas del fuego, humo y oscuridad, y el joven tenía miedo saltar desde el techo. Su padre continuo gritando, "¡Brinca hijo! ¡Yo te agarro!". Pero el joven respondió diciendo, "Pero papá... es que no te veo." El padre respondió, "Pero hijo, la única cosa que importa aquí, es que yo sí te puedo ver". Tal vez algunas veces nos sentimos así, con miedo, confundidos, pero Dios es todopoderoso, es bueno, tú puedes creer y confiar en él, aunque no lo veas él está allí…
JESÚS SANA A DOS CIEGOS
“Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!”, Mt. 20:29-30.
Eran dos ciegos, mendigaban junto al camino, vivían en oscuridad, dependientes de otros, seguro con una gran frustración, pero aun así creyeron en Jesús, creyeron en una nueva oportunidad; por encima de la adversa situación, es necesario creer. Ellos vivían en tinieblas, así es cuando vivimos sin Cristo, pues el pecado nos hace vivir separados de Dios, por eso vino Cristo, a morir por nuestros pecados y darnos salvación, por eso dice la Biblia que: “Jesús habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”, (Jn. 8:12).
La fe se activa mediante el mensaje de Jesús, “oyeron que Jesús pasaba”, alguien les informó que el Mesías, el Salvador, el Sanador estaba pasando por allí. Era su momento, era la oportunidad para cambiar de vida, era el tiempo señalado en el cielo para ellos, así como hoy es el tiempo para ti… La fe nos impulsa a clamar Su misericordia. Ellos “clamaron… misericordia”, Dios responde al corazón que reconoce su condición, ellos no fueron orgullosos, reconocieron que necesitaban la misericordia de Dios, a diferencia de los escribas y fariseos. Ellos reconocieron que Jesús podía cambiar sus vidas, que Jesús podía sanar sus ojos y su corazón.
Vamos, persevera, aunque las circunstancias sean difíciles, el texto nos dice: “Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!” (Mt. 20:31). Quizá otros no van a compartir tu fe, “La gente los reprendía”, estaban haciendo mucho ruido, los demás no podían entender que ése era el momento más importante en la vida de estos ciegos, y ellos habían decidido no dejarlo pasar.
Puede ser que algunos te molesten por querer seguir a Jesús, pero después reconocerán que también lo necesitan, porque sólo en Jesucristo hay salvación, sólo en Jesucristo hay una nueva vida, sólo en el él hay nuevas oportunidades.
Tal vez lo único que escuchas es: “no se puede”. Cuando enfrentamos dificultades, mucha gente dice muchas cosas… pero lo que es realmente importante, es que dice Dios, y Dios dice en su Palabra: “para el que cree, todo es posible” y también dice: “lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios”. Jesús actuará a tu favor: “Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos” (Mt. 20:32-33).
Jesús los atendió y se interesó por su condición, Dios no está ocupado en otra galaxia… él está atento al clamor de los que le buscan; en medio de la multitud Jesús los escuchó, y los llamó y les preguntó cuál era su anhelo, su deseo, qué querían y manifestaron su deseo de ser sanos… nuestro Dios es sobrenatural y todopoderoso.
Jesús sana a dos ciegos expresando su compasión por ellos, los tocó, vrs. 34 “Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron”. El corazón de Jesús es compasivo, él tiene misericordia de la condición humana. Su vida experimentó un cambio total no sólo porque dejaron de ser ciegos, sino porque ahora veían a Jesús, su salvador.
Ellos se convierten en seguidores de Jesús, así pues el milagro más grande no es una sanidad, es encontrarse con Jesús y seguirlo, pues sólo en él hay vida eterna, sólo en él puedes encontrar la verdadera razón de ser de tu vida.
Reflexión final: Cuando estamos sin Cristo, vivimos en tinieblas, pues él es la Luz, él es nuestro salvador, nuestro sanador, en él hay perdón de pecados y vida eterna, él puede transformar tu vida, él puede ayudarte, tiene el poder y quiere hacerlo, acércate a Jesús como ellos lo hicieron y él lo hará.
Escrito por Gonzalo Sanabria para Estudios y sermones. Autorizado para ser publicado en Mensajes y sermones para predicar.
Te invitamos a leer: "LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS".
martes, 17 de febrero de 2015
Introducción: Nuestro
Dios es Todopoderoso, él no cambia, él sigue haciendo milagros, aunque a veces
los problemas y la presión quieran hacernos dudar de esa verdad.
Veamos la Biblia y concluiremos que ni el mar rojo, ni peligros, ni las cárceles, ni la persecución, ni el foso de los leones, ni el horno de fuego, ni las potestades y principados pudieron detener los planes del Señor, y hoy tampoco pues Jesús sigue siendo Dios sobre todas las cosas…
Veamos la Biblia y concluiremos que ni el mar rojo, ni peligros, ni las cárceles, ni la persecución, ni el foso de los leones, ni el horno de fuego, ni las potestades y principados pudieron detener los planes del Señor, y hoy tampoco pues Jesús sigue siendo Dios sobre todas las cosas…
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