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SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
lunes, 30 de septiembre de 2019
Introducción: Dios en el Edén les dijo a Adán y a Eva “No comerán del
árbol del bien y del mal, porque el día que lo hagan ciertamente morirán”, a
pesar de las advertencias que Dios mismo les hizo en persona, ellos decidieron
desobedecer. Las consecuencias fueron dolorosas y tristes en gran manera,
porque Dios siempre tiene la razón.
Cuando seguimos el camino de Dios vida y bendiciones serán nuestra
cosecha. Por eso el Señor dijo:
“Si oyes mi voz y guardas mis mandamientos y los pones por obra, te
exaltaré, múltiples bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, bendito serás
en el campo, en la ciudad, bendito el fruto de tu vientre, de tus ganados, de
tu tierra, bendita tu canasta, tus enemigos serán derrotados, el Señor
bendecirá tus graneros y todo aquello en lo que pongas tu mano, y te hará Dios
sobreabundar en bienes” Deuteronomio 28:1-11.
Tu obediencia es bendición para tu casa.
1) Obediencia en tiempos difíciles. Génesis 6:22.
“Y lo hizo así Noé; hizo
conforme a todo lo que Dios le mandó”.
Como bien sabemos en aquella época la maldad de los hombres era mucha en
la tierra y los pensamientos de su corazón eran de continuo al mal, según Génesis 6:5. Sí es en la mente
donde se desarrolla todo el proceso de pensamiento ¿por qué la Biblia nos dice
“los pensamientos de su corazón”?
Porque en el idioma hebreo la palabra “pensamiento” se traduce del
término “leb” que involucra sentimiento, voluntad e intelecto.
La tierra estaba corrompida, llena de violencia e inmoralidad, entonces
Dios decide enviar el diluvio. Pero había un hombre justo, recto, íntegro y
caminaba con Dios (Génesis 6:9), aquel hombre se llamaba Noé; y a él Dios le
encarga hacer un arca para ser librado del diluvio de aguas que el Señor
enviaría.
Sería salvo él y su familia, así como muchos animales. También debía
tomar de todo alimento y almacenarlo en el arca para el sustento de ellos y de
los animales. Nunca había llovido, y nunca nadie había hecho una construcción
como esa.
Era sin duda, un desafío creer y hacer lo que Dios le estaba diciendo.
Pero recordemos que Noé caminaba con el Señor, y esa amistad le permitió
conocer a Dios y él sabía, por tanto, que el Señor no miente, Dios es fiel.
Por eso nos dice la Biblia en Hebreos 11:7 “Por la fe Noé, cuando fue
advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el
arca en que su casa se salvase”.
Y Noé hizo el arca y todo lo que Dios le mandó, lo hizo conforme el Señor
le dijo que lo hiciera. Su obediencia no sólo lo salvó a él y a toda su
familia, sino a muchos animales. Pero lo más importante es que el plan de
salvación seguiría adelante, pues la simiente de donde vendría el Salvador se
conservó en medio del juicio.
2) Sigue las instrucciones de Dios y verás su poder a tu favor. Génesis 6:13-16.
“Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de
todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí
que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás
aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
Y de esta manera la
harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su
anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás
a un codo de elevación por la parte de
arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y
tercero”.
Con frecuencia podemos caer en el
error de cuestionar los mandamientos e instrucciones del Señor, y hasta
considerar que sus tiempos no son los adecuados. De hecho algunas cosas que
Dios hace pueden ser adjudicadas al diablo; por ejemplo cuando el Señor Jesús
sanó a un endemoniado los fariseos dijeron “este echa fuera los demonios por
Beelzebú, príncipe de los demonios”.
En contraste, cuando decidimos
creerle a Dios y a sus palabras y seguimos sus instrucciones somos bendecidos y
podemos ver su respaldo a nuestro favor. Por ejemplo Dios le dio las
instrucciones a Noé respecto a la construcción del arca.
Como podemos ver en la Escritura Noé
debía construir un arca de tres pisos; con una ventana y una puerta para
comunicarse con el exterior; y sus medidas (convertidas al metro actual) era de
155 metros de longitud, 26 metros de ancho y 15 metros de altura.
La cantidad de madera era muy grande,
así como la brea, y sin duda, el trabajo era mucho y el tiempo que se tomaría
hacer esto tardaría bastante (y más sabiendo que no encontraría ayuda sino sólo
en su familia, pues la generación impía de su tiempo no creía sus palabras).
Pero Noé obedeció.
Según nos deja ver la Biblia la
construcción del arca se llevó cabo en cien
años aproximadamente, tiempo durante el cual Noé predicó acerca del juicio
divino, predicación que no fue atendida por la generación de aquel tiempo.
Pero quiero destacar el tiempo que
aquel proyecto se llevó, el trabajo de Noé y de toda su familia, la
perseverancia hasta terminar el arca, y luego organizaron todas las cosas como
Dios dijo, ellos obedecieron al Señor, y lograron ver el arca terminada.
Las cosas no se dan según nuestros
tiempos sino según los tiempos de Dios, y debemos aprender a perseverar en sus
caminos y confiar en que él cumplirá su palabra en su tiempo y a su manera.
Gózate haciendo la voluntad de Dios, él es quien se encarga de los
resultados.
3) Dios instruye a Noé para entrar en el arca. Génesis 7:1-5.
“Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa
en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. De
todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales
que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.
También de las aves
de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie
sobre la faz de la tierra. Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre
la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra
a todo ser viviente que hice. E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová”.
Dios le habla a Noé para que entre en
el arca él con su familia, y le manifiesta la razón: “porque a ti he visto
justo delante de mí en esta generación”. La conducta de Noé no era agradable ni
aprobada por las personas de aquella época, y seguramente por eso era rechazado
y calumniado; pero su vida y caminar en la tierra era agradable a Dios y eso es
lo más importante.
Debe tomar siete parejas de todo
animal limpio, macho y hembra, y de los que no son limpios sólo una pareja ¿Por
qué el término “limpios”? la palabra hace referencia a los animales aptos para
ser presentados en ofrenda de sacrificio a Dios, y por eso debía tomar siete
parejas, para que al tomar de ellos para el sacrificio al Señor no se
extinguiera su especie.
Es interesante que en el versículo
cuatro nos habla del número cuarenta, cuando dice el Señor: “haré llover
cuarenta días y cuarenta noches”, pues el número cuarenta representa prueba. Es
inevitable, seremos probados, pero así como Noé superó aquel tiempo, nosotros
con la ayuda de Dios también superaremos nuestras pruebas y obstáculos.
El versículo cinco nos dice: “E hizo
Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová” esto es obediencia. La Biblia está
llena de promesas de bendición para aquella persona que obedece a Dios. La
obediencia funciona como un imán que atrae las bendiciones sobre el obediente.
Dios se complace en la obediencia de
sus hijos: 1 Samuel 15:22 “Y Samuel dijo: ¿Se
complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a
las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y
el prestar atención que la grosura de los carneros”.
Aquí la palabra “obedecer” se traduce
del término hebreo “shamá” que además significa: oír, escuchar, atender. “Shamá”
aparece unas 1.160 veces en la Biblia, y podemos ver en esta alta cifra un
llamado continuo de Dios al hombre a seguir su camino para salvación y
bendición.
Ya que “obediencia” en la Biblia se
traduce del hebreo “shamá” y éste significa: oír, escuchar y atender, nos
invita a preguntarnos ¿qué tanto escuchamos a Dios? Noé tenía un oído afinado
para escuchar la voz del Señor, hoy día Dios nos ha dado su Espíritu Santo, él
hoy nos habla a través de su testimonio en nuestro corazón, mediante su paz, también
mediante su palabra.
Así como hay que invertir tiempo para
aprender a hablar un nuevo idioma (inglés, francés, italiano, etc), es
necesario invertir tiempo para a hablar con Dios y aprender su idioma.
A veces es difícil obedecer a Dios,
es cierto, a Jesús le pasó, lo vemos en el huerto de Getsemaní, cuando decía el
Señor “Padre, pasa de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”
y entonces Dios le envió un ángel del cielo para fortalecerlo.
Nosotros debemos hacer lo mismo, es
decir, ante la tentación y las pruebas debemos fortalecernos en Dios, entrar en
la presencia del Señor y él nos fortalecerá, confiados en su palabra que dice:
“No dará mi pie al resbaladero ni se dormirá el que me guarda”.
4) En el tiempo de Dios Noé sale del arca. Génesis 8:15-18.
“Entonces habló Dios
a Noé, diciendo: Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus
hijos contigo. Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de
bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y
vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra. Entonces
salió Noé, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él”.
El total de días que duró el diluvio fue de cuarenta días, pero las
aguas permanecieron sobre la tierra ciento cincuenta días y tardaron en
quitarse otros ciento cincuenta días, más los días que esperó Noé enviando
primero un cuervo y luego la paloma, suma en total trescientos setenta días
(desde que entraron hasta volver a salir).
Durante 370 días Noé y su familia estuvieron dentro del arca, ellos
tuvieron que esperar todo ese tiempo hasta que el agua se retirara de la
superficie de la tierra. La verdad es que con frecuencia somos impacientes, deseamos
que todo se dé rápidamente, pero la Biblia nos enseña que es necesario aprender
a esperar y caminar en los tiempos de Dios.
Durante aquel tiempo Noé y su familia (370 días) en el interior del arca
se ocupaban de tareas como alimentar a los animales, hacer labores de mantenimiento
al arca, escuchaba la familia a Noé hablar de las palabras de Dios (pues ellos
estaban viendo que todo era verdad, Dios había cumplido y seguramente querían
saber más).
Dios a través de su palabra nos enseña que el afán, la ansiedad y las
preocupaciones son enemigos de la fe; por eso la Biblia nos dice: “Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias” Filipenses 4:6.
Finalmente Noé y su familia salieron del arca, sanos y salvos para
seguir adelante en el plan de Dios para sus vidas. Noé por su fe y
perseverancia salvó a su familia del diluvio. Nuestra familia no se va a
perder, pidamos a Dios su obra en nuestra casa y en nuestros hijos, él es fiel
para hacer mucho más de lo que pedimos y
entendemos.
Conclusión: Procura la presencia de Dios y deja que él haga su obra, poco a poco vas
a comprender lo que inicialmente no entendías. Decide obedecer a Dios,
fortalécete en él, sigue su consejo y su camino, él te llevará al destino de tu
bendición.
Y si has desobedecido al Señor, éste es el momento para acercarse en
oración al trono de su gracia y la poderosa sangre de Jesús te limpiará, el
amor de Dios te cubrirá y el poder del Espíritu Santo vendrá sobre ti para
fortalecerte y así avanzar y vencer, porque esa es la voluntad de Dios para tu
vida.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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martes, 24 de septiembre de 2019
Veamos el caso de la iglesia de Laodicea, una iglesia corregida por el poder y el amor de Dios para derrotar la tibieza espiritual y volver al fuego del amor por el Señor...
a) La revelación de Cristo a la iglesia de Laodicea. Apocalipsis 3:14.
La ciudad de Laodicea era
un centro bancario, tenía una industria textil prospera (se destacaba la lana
negra). Tenía varios teatros, gimnasio, termales y una gran estadio. Era la
sede de una prestigiosa escuela de medicina, famosa porque allí se preparaba
una pomada para el tratamiento de los ojos.
El Señor Jesucristo se
revela a esta iglesia como: “el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio
de la creación”. Es decir el que sustenta todas las cosas, el que es la verdad
y no miente al hablar, Señor, dueño y Creador de todas las cosas. En él no hay
cambio ni sombra de variación, es genuino, verdadero y sin mentira alguna.
b) La condición de la iglesia. Apocalipsis 3:15-17.
El Señor Jesús destaca la tibieza
espiritual de la iglesia de Laodicea. Haciendo referencia al adormecimiento
espiritual, a la pérdida de la pasión por Dios, se había apagado el fuego del
Espíritu Santo en la congregación. No había búsqueda de la presencia de Dios.
La frase: “por cuanto eres tibio, te
vomitaré de mi boca”. Para los miembros
de la iglesia de Laodicea era fácil entender esta expresión, pues las aguas
calientes de los termales eran traídas a la ciudad por tuberías y en su
transcurso se volvían aguas tibias y quien tomaba de aquella agua experimentaba
náuseas y deseos de vomitar.
Dios no quiere que su iglesia caiga
en la tibieza espiritual, Dios no quiere que su iglesia camine a medias, espera
y desea de su pueblo un compromiso real y genuino con él.
Como podemos ver en Apocalipsis 3:17 ellos se justificaban
a sí mismos, y cuando el Espíritu Santo los redargüía no aceptaban esa labor de
convencimiento del Espíritu, más bien sacaban sus propias conclusiones y decían
estar “muy bien con Dios”.
Pero ante los ojos del Señor estaban
en una condición muy diferente, por eso el Señor les dice: “desventurados,
miserables, pobres, ciegos y desnudos”. Su orgullo y autosuficiencia no les
permitir ver su condición real.
Es decir estaban viviendo en medio de
la angustia; en ruina espiritual (aunque la ciudad era rica); y aunque era la
ciudad donde fabricaban el famoso colirio para los ojos estaban ciegos, es
decir sin discernimiento espiritual; estaban sin cobertura de Dios, aunque allí
hacían los famosos tejidos de lana negra y textiles en algodón.
c) Las instrucciones de Jesús a la
iglesia. Apocalipsis 3:18-20.
Las palabras del Señor Jesús están
expresadas de manera que su iglesia comprende fácilmente lo que el Señor les
quiere decir:
“De mí compra oro refinado en fuego”.
Era una ciudad prospera y rica, pero el Señor les dice de nada sirve eso, más
bien sé rico en oro refinado en mi fuego, es decir adquiere sabiduría, fruto, carácter,
dones y bendiciones de Dios refinadas en las pruebas de la vida y en la
obediencia al Señor.
“Vestiduras blancas para vestirte”
ellos seguramente vestían muy bien, pues allí mismo adquirían las mejores telas
y lanas, pero estaban desnudos, es decir, no estaban vestidos de la justica que
sólo en Cristo el ser humano puede adquirir.
“Unge tus ojos con colirio para que
veas”. El discernimiento espiritual es activado por el Espíritu Santo, es él
quien convence y redarguye para corregirnos de lo que está mal. “Unge tus ojos”
la unción es la que viene del Espíritu Santo y nos permite ver o discernir el
camino a seguir.
Probablemente algunos en la iglesia
de Laodicea pensarían: “¿Dónde se consiguen esos elementos? ¿Cuál es su valor?”
pero la respuesta de Dios es “arrepiéntete, y por la gracia de Dios en Cristo
te serán dados”.
El versículo veinte nos muestra una
escena vergonzosa, pues mientras la iglesia está dentro del lugar de reunión
“alabando a Dios” Jesús está afuera procurando entrar, pero hay tanto “ruido y
actividad” adentro que difícilmente se escucha su voz.
Cuando somos orgullosos y
autosuficientes y no reconocemos nuestra necesidad de Dios nos perdemos la
verdadera comunión con el Señor, nos perdemos las bendiciones de su
presencia.
d) Bendiciones para el vencedor. Apocalipsis 3:21-22.
Aquel cristiano que logra vencer su
propio orgullo para someterse a Dios, para aceptar su verdadera condición y
decide humillarse delante del Señor y restaura su comunión genuina, real y
apasionada por Dios recibirá el honor de sentarse en el trono con Jesús.
Esto nos habla de los privilegios de
gobernar con Cristo, de experimentar y disfrutar de nuevos niveles de
autoridad. Es interesante ver aquí que es el corazón humilde el que realmente
está preparado para gobernar, pues el corazón orgulloso y autosuficiente le
quitará la gloria a Dios.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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lunes, 16 de septiembre de 2019
Introducción: Desde el
Antiguo Testamento el Señor ha establecido lugares donde como pueblo de Dios
debemos reunirnos para adorar y estudiar su palabra. El mismo Señor Jesús iba a
la sinagoga todos los días de reposo como era su costumbre. De igual manera la
iglesia neo testamentaria se reunía con frecuencia para adorar a Dios, por eso
dice la Escritura “No dejando de congregarse como algunos tiene por costumbre”...
lunes, 9 de septiembre de 2019
- 9:11
- Pastor Gonzalo Sanabria
- amigo, amistad, cuida, Dios, restaura, sermón
- 3 comments
Introducción: Con
frecuencia al evaluar nuestra vida espiritual nos podemos hallar secos, y
estériles, sin vida en nuestra comunión con Dios; de pronto la rutina religiosa
se ha tomado nuestra relación con el Señor y sólo oramos para cumplir con un
deber religioso, pero no hay pasión, el fuego por Dios se ha ido apagando y ya
no hay aquel primer amor que el Señor nos pide.
Es necesario restaurar lo
que hemos descuidado, volver a las primeras obras y a esos primeros tiempos de
búsqueda de la presencia de Dios, es vital buscar a Dios, pues él mismo dijo:
“Buscadme y viviréis”.
Restaura y cuida tu amistad con Dios.
1) La confianza es fundamental en una amistad. Santiago 2:23.
“Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue
contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”.
Una verdadera amistad tiene como fundamento la confianza, y ésta a su vez
requiere honestidad y transparencia. Cuando hay mentiras, engaños e hipocresías
en una relación no podemos hablar de amistad, más bien es un compañerismo
basado en el interés personal, es una relación egoísta.
Hay personas que incluso pueden llegar a descuidar su familia y hasta
romper su matrimonio por los “amigos”, no faltará incluso quien le diga a su
cónyuge: “primero está mi amigo fulano que usted”. Por supuesto hablamos de una
amistad distorsionada, pues un verdadero amigo o amiga nunca procura ni genera
el mal para la otra persona.
No es un verdadero amigo o amiga aquella persona que te incita a hacer lo
malo, o que cubre las malas acciones justificando el pecado, un verdadero amigo
te acerca a Dios, no te aleja de él.
La Biblia nos dice que Abraham fue llamado “amigo de Dios”. El mismo
versículo de Santiago 2:23 nos dice que “Abraham le creyó a Dios”, creerle al
Señor implica confianza y fe. En el contexto de éste versículo el Espíritu
Santo viene hablando de aquel momento en el que Abraham ofrece en sacrificio a
su hijo Isaac.
En aquel tiempo Abraham fue probado, porque la amistad con Dios será
probada. No es difícil ser amigo cuando todo está bien, de hecho cuando hay
prosperidad hay muchos “amigos”, pero en los tiempos de prueba la verdadera
amistad se deja ver.
Aunque era algo muy difícil lo que Dios le estaba pidiendo a Abraham, el
decidió obedecer, le creyó al Señor y fue llamado amigo de Dios. La vida de
Abraham fue una vida de fe, desde que fue llamado de Ur de los caldeos su
caminar fue un sendero de fe, él puso su corazón en las palabras de Dios, y eso
agradó al Señor.
Su amistad llegó a tal punto que Dios no le ocultó lo que pensaba hacer
con Sodoma y Gomorra, en varias ocasiones lo visitó y habló con él, Dios le
revelaba sus planes y propósitos.
La amistad implica dialogo, hay amigos que pasan horas juntos y hablan
por largo tiempo. De igual manera si deseamos construir amistad con Dios es
necesario invertir tiempo en el dialogo con él.
2) La amistad con Dios es mucho más valiosa que la amistad con el mundo. Santiago
4:2-5.
“Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de
envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís. Pedís, y no
recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas
adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera,
pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis
que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros
nos anhela celosamente?”.
En este pasaje el
apóstol Santiago por el Espíritu Santo nos enseña el porqué de muchas oraciones
nuestras sin respuesta. Son peticiones inspiradas en nuestros propios deseos y
no en la voluntad de Dios.
Son peticiones
inspiradas por la codicia y la envidia de nuestro corazón, son deseos que
procuran satisfacer nuestros deleites y no procuran la gloria de Dios en la
tierra. Por eso dice el texto: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para
gastar en vuestros deleites”.
Ante esta situación
dice el Señor: “almas adúlteras”. Sabemos que nuestra alma está compuesta por
la voluntad, la mente y las emociones; y la palabra “adulterio” hace referencia
a aquella relación extramatrimonial, es la infidelidad causada por uno de los
cónyuges; entonces hablamos de aquellos deseos, pensamientos y decisiones con
las que somos infieles a Dios.
Seguidamente nos dice
el pasaje que “la amistad del mundo es enemistad contra Dios”, y va más allá
diciendo que el que se hace amigo del mundo se hace enemigo de Dios. ¿Quién es
aquella persona que se hace amiga del mundo?
Con frecuencia podemos
caer en la trampa de los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la
vanagloria del mundo, cosas que son pasajeras. Esta carta es dirigida a la
iglesia de Jesucristo, entonces hablamos de creyentes que hacen amistad con el
mundo, pero ¿cuál es ese mundo?
La palabra “mundo” aquí
se traduce del término griego “Kosmos” que además significa: adorno,
decoración, ornamento, gente. Entonces hablamos de aquella condición en la que
el cristiano empieza a amar y valorar más los adornos y brillo de ésta tierra
que la presencia de Dios, el cristiano aprecia y valora más los ornamentos y
resplandor del mundo que las cosas del Señor.
Es cuando el cristiano
cambia un tiempo con Dios por cosas terrenales y pasajeras. Es cuando el
cristiano seducido por el brillo de este mundo deja de congregarse para vivir
otras experiencias. Por ejemplo, Esaú cambio el privilegio de ir a la presencia
de Dios por un plato de lentejas.
El versículo cinco de
Santiago cuatro nos recuerda que somos templo o morada del Espíritu Santo de
Dios, el cual nos ha sido dado precisamente para santificarnos. La palabra
“santificar” significa apartar, consagrar, separar para Dios. Por eso el
Espíritu Santo nos anhela celosamente para Dios.
El diablo vino a Jesús
mientras ayunaba en el desierto y lo llevó a un monte alto y le mostró los
reinos de la tierra y la gloria (resplandor) de ellos, y le dijo: “todo esto te
daré, si tú postrado me adorares”. Jesús respondió y le dijo: “Vete de mí,
Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”.
Lucas 4:5-8.
No cambies tu adoración
a Dios por la amistad con el mundo, porque nunca el mundo podrá darte lo que
sólo Jesucristo puede entregarte.
Nunca vendas tu amistad
con Dios por la amistad con el mundo, porque lo que éste te ofrece es pasajero
y terrenal, lo que Dios tiene para ti es eterno y celestial, lo que Dios tiene
para ti es incorruptible y permanece para siempre.
3) La amistad con Dios te libra del mal y te bendice en abundancia. Job
22:21-28.
“Vuelve ahora en
amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, y pon sus
palabras en tu corazón. Si te
volvieres al Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción;
tendrás más oro que tierra, y como
piedras de arroyos oro de Ofir; el
Todopoderoso será tu defensa, y tendrás plata en abundancia. Porque entonces te
deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. Orarás a él, y él te oirá; y tú pagarás tus
votos. Determinarás asimismo
una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz”.
Este pasaje nos muestra
múltiples bendiciones como resultado de “volver en amistad con Dios”. La Biblia
nos dice que por tener amistad con Dios nos vendrá bien, y si acogemos su
palabra en nuestro corazón (porque la amistad con Dios está ligada a la amistad
con su palabra).
Si fortalecemos o
restauramos nuestra amistad con Dios seres edificados y no destruidos, se
alejará de nuestra casa (tienda) la aflicción, vendrán bendiciones materiales
en abundancia, Dios mismo será nuestro escudo y defensa.
Como resultado de
nuestra amistad con Dios nuestra comunión con él será un deleite, cada momento
con él será deseado, estar en su presencia será el mayor y más importante deseo
de nuestra vida.
No será una oración o
rezo rutinario y desgastante, será un deleite, por eso dice: “entonces te
deleitarás en el Omnipotente”, y él escuchará nuestras oraciones, que ya no
estarán inspiradas en nuestros deseos o deleites egoístas, sino que cada
oración buscará con sinceridad hacer la buena voluntad del Señor.
¿Por qué? Porque
estaremos enamorados de Dios, y cuando estás enamorado no piensas en nadie más
sino en tu amor y en todo lo que podrás hacer para agradarle.
Es muy interesante ver
la traducción de éste pasaje (Job 22:24-25) en la Biblia de las Américas y en
la Nueva Versión Internacional, pues aquí se nos enseña que al poner todo lo
material en segundo lugar, será Dios nuestro oro, será la presencia del Señor
nuestro tesoro, veamos:
LBLA “Si pones
tu oro en el polvo, y el oro de Ofir entre las piedras de los arroyos, el
Todopoderoso será para ti tu oro y tu plata escogida”.
NVI “Si tu oro
refinado lo arrojas por el suelo, entre rocas y cañadas, tendrás por oro al
Todopoderoso, y será él para ti como plata refinada”.
Estas traducciones nos
recuerdan que todo lo material debe ocupar un segundo lugar, a esto la Biblia
llama “añadiduras”, si buscamos a Dios y su justicia primero, las demás cosas
vendrán como resultado. Recuerda: donde esté tu tesoro allí también estará tu
corazón. Darle a Dios el primer lugar deja en evidencia que él es tu tesoro.
4) La amistad con Dios te permitirá conocer sus secretos. Juan 15:12-15.
“Este es mi
mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor
amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si
hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe
lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí
de mi Padre, os las he dado a conocer”.
Debemos recordar que el
Señor Jesús en esta ocasión está reunido solamente con sus doce discípulos, allí
les enseña muchas cosas, como por ejemplo que un verdadero amigo da su vida por
aquellos que ama.
En el versículo catorce el
Señor Jesús dice: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”. Sin
duda el deseo nuestro es renovar y fortalecer nuestra amistad con Dios, y este
versículo nos recuerda que la desobediencia afecta nuestra amistad con el
Señor.
La rebelión de nuestro
corazón ha sido siempre un enemigo y obstáculo en la amistad con Dios. Desde
Adán en el huerto del Edén la desobediencia ha afectado nuestra amistad con
Dios, cuando Adán pecó fue expulsado del Edén y en el tiempo de Dios el Señor
Jesucristo vino a morir en la cruz por nuestros pecados y a restaurar esa amistad
con Dios.
Es muy importante valorar y
cuidar la amistad con Dios, cuidémonos entonces de hacer aquellas cosas que
dañan nuestra comunión con el Señor.
En el versículo quince
Jesús les dice a sus discípulos que trascienden en su relación con Dios, irán
más allá, pues no serán ahora solamente siervos sino que serán amigos de Jesús,
y por eso a partir de ese momento tendrán una mayor revelación de los secretos
de Dios.
Recordemos que el apóstol
por el Espíritu dijo: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en
corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman, y nos
son reveladas por el Espíritu Santo para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”
1 Corintios 2:9-12.
Jesús partió de la tierra y
envió al Espíritu Santo, nunca Dios nos dejará solos, los amigos terrenales son
pasajeros, te pueden decepcionar y traicionar; Dios nunca te dejará ni te
abandonará: Juan 14:16-18
“Y yo rogaré al
Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le
conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.
5) El Espíritu Santo es nuestro “Parakletos”. Juan 14:26.
“Más el Consolador, el
Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.
Aquí el Consolador, el
Espíritu Santo, nos dice la Biblia viene para enseñarnos y recordarnos lo que
Jesús dijo. Uno que enseña es un maestro, y así como Jesús fue maestro para los
discípulos, quiere el Espíritu Santo ser maestro nuestro.
La pablara “Consolador” se
traduce del término griego “parakletos” que además quiere decir: intercesor,
abogado, llamado al lado de uno, uno que presta ayuda, consejero, ayudador (¿no
es éste un verdadero amigo?). Entonces el Espíritu Santo ha sido enviado para
estar a tu lado, es uno que te defiende y ayuda, es quien quiere
aconsejarte.
Juan 15:26 “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí” nos enseña que una de las cosas que el Consolador
hará será darnos testimonio de Jesús, él hará a Jesús más real en nosotros y en
nuestra vida, él mismo nos enseñará a amar más a Jesús.
Juan 16:7 “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me
vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me
fuere, os lo enviaré” Jesús les dice a sus discípulos que es conveniente
que él se vaya, pues de esta manera vendría el Consolador.
Jesús en su cuerpo humano
no podía estar en todo lugar ni en todos aquellos que habrían de creer en él. Cristo
vino a salvarnos y el Espíritu Santo a ungirnos y a santificarnos, a llevarnos
más a Cristo, él nos anhela celosamente y por eso nos acerca más a Dios.
El Espíritu Santo no sólo
quiere manifestarse con su poder en cada reunión o iglesia, él desea tener
comunión, amistad con cada hijo de Dios. Él está esperando que te acerques a
él, él no es atrevido, no entrará impetuosamente en tu vida, él espera que
empieces a invocarlo, él espera que le busques como a un amigo, cuando
desarrollas amistad con el Espíritu Santo él llegará primero a la cita de
encuentro contigo.
Conclusión: Es tiempo de volverse a Dios, es tiempo de restaurar
nuestra amistad con el Espíritu Santo, es tiempo de tomar decisiones y
despojarnos de aquello que está estorbando nuestra amistad con Jesucristo. Si
deseamos no caer en una vida religiosa, seca y llena de rutinas que no
edifican, debemos volvernos en amistad con Dios.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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