Introducción: Puede sucedernos que al
manipular algo se nos daña en nuestras manos y al tratar de repararlo,
cometemos un error más, podemos entonces reaccionar con enojo y golpear el
objeto, y así terminamos de dañarlo. En otras situaciones quizá te ha ocurrido
que por la ira damos respuestas que lastiman los corazones. Con cierta
frecuencia podemos ser presa del enojo, de la ira o la angustia. Es necesario
con la ayuda de Dios administrar bien este tipo de situaciones. Podemos
hacernos ahora una pregunta: ¿Cómo nos conducimos cuando estamos bajo presión?...
Sermón: Adelante, Dios va contigo.
Nos
dice la Biblia en Números 20:2-3 “Y porque no había agua para la congregación, el
pueblo se juntó contra Moisés y Aarón. Y hablaron contra Moisés, expresando:
¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová
Dios!”.
Los problemas son una realidad del camino, y la
mayoría de las veces deseamos no tener que enfrentar aquello, pero es necesario
tener presente que las dificultades nos ayudan a madurar y a crecer como hijos
de Dios. Las adversidades son parte del diseño de Dios para nuestra formación,
y por eso es muy importante ver en cada una de estas una oportunidad para ver el
poder del Señor a nuestro favor. Adelante, Dios va contigo.
Las crisis producen diversas reacciones en las
personas. En éste situación las Sagradas Escrituras nos dicen que “ellos se
juntaron contra Moisés y Aarón”, esto representa oposición, rebelión, son
actitudes generadas por el enojo o ira en el corazón de los israelitas. El motivo
era que “no había agua en el desierto de Zin”, el desierto y la escasez de agua
produjo ira y enojo. Como sucede con frecuencia en nuestra vida cuando las
cosas no salen como deseamos o esperamos.
En el versículo tres nos enseña la Biblia:
“Habló el pueblo contra Moisés”, vemos pues que surge la murmuración, la
calumnia, éstas son palabras en contra de Moisés, y en contra de sus propias
vidas, pues dicen: “ojala hubiéramos muerto”. La Escritura nos enseña que la
equivocación de sus antepasados fue la murmuración, pero ellos no habían
aprendido la lección.
Ten presente: No aprender las enseñanzas del
pasado, es construir las equivocaciones del mañana; por eso nos dice también la
Biblia: “hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor”.
Vemos además que la presión que ejercía el desierto
y la escasez de agua (o provisión) hace que ellos expresen su enojo e inconformismo
del pasado que estaba guardado en el corazón de los israelitas: ¡Ojalá hubiéramos
muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová! (ya que algunos capítulos
atrás habían muerto Coré, Datán y Abiram, su familias y muchas otras personas).
En los versículos 4-5 se pronuncian palabras
de desaliento y menosprecio, aunque el mismo Señor iba delante de su pueblo durante
el día en una nube y en la noche con una columna de fuego, decían: “¿Por qué
hiciste venir la congregación de Jehová a este desierto, para que muramos aquí
nosotros y nuestras bestias? ¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para
traernos a este mal lugar?”.
Cuando la adversidad produce angustia y ésta gobierna
el corazón del ser humano, la visión del presente y del futuro tiende a ser es
oscura, triste y de total fracaso, el pueblo todo lo veía mal, y expresan el
deseo de morir.
Ante todo esto lo correcto es buscar la dirección
del Señor, nos dice la Biblia que “se fueron Moisés y Aarón de delante de la
congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus
rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos” Números 20:6.
Es lo que debemos hacer, y es allí donde hallaremos
fortaleza para continuar, y la dirección para tomar decisiones precisas y correctas,
no dirigidas por la crisis emocional o por la presión de otros, y cuando seguimos
la dirección de Dios veremos su poder manifestarse dándonos una gran victoria.
Reflexión final: Moisés
y Aarón representan a aquel que sirve al Señor. Quien sirve a Dios debe procurar
una comunión con él, pues está expuesto a la incomprensión de los demás, a las calumnias,
hallará oposición y lo más seguro murmuración, y puede ser de aquellos a
quienes ha servido con amor y diligencia.
Todo aquel que considera el servicio a Dios
no está exento de adversidades, pero puede estar seguro de la ayuda del Señor. Moisés
buscó la dirección de Dios y fue respaldado. Así que no te desanimes, el Señor está
contigo.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
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