Introducción: A veces
andamos por caminos que creemos son los mejores, pero al final nos damos cuenta
del gran error que cometimos. Con frecuencia pensamos que hay mejores maneras
de hacer las cosas que como Dios lo dice o hace.
Por eso a veces emprendemos
ciertos proyectos, y al final nos damos cuenta que Dios tenía razón, que era
mejor haber hecho Su voluntad, porque los planes del Señor son perfectos…
LOS PLANES DEL SEÑOR SON
PERFECTOS
1) No siempre lo que
hacemos es por la voluntad del Señor (Génesis 11:1-3).
Comentario: El texto nos enseña que había una sola lengua en
toda la tierra. Los hombres vienen a la llanura de Sinar. Lugar donde más tarde
se construiría Babilonia.
La Biblia nos dice que allí se establecieron, pero el
mandamiento de Dios era llenar toda la tierra, éste fue el comienzo de la
desobediencia. Cuando no obedecemos al Señor, nuestro corazón emprende proyectos
que aunque sean de gran tamaño caerán pues no tiene Su respaldo.
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2) El ego del hombre puede llevarlo
a hacer ciertas cosas, pero al final no serán bendecidas.
Comentario: Ésta gran torre nace en
el corazón humano, no en el corazón del Señor. Éste proyecto nace en el ego
humano, y procura la grandeza, ellos querían el lugar más alto (vemos que este
fue el mismo deseo del lucero de la mañana y razón por la cual se rebeló, fue
expulsado del cielo perdiendo todos sus privilegios celestiales, y se convirtió
en diablo y satanás). Hay cosas que hacemos que nacen no por dirección de Dios,
sino por nuestro orgullo.
3) El duro trabajo y
esfuerzo no obliga a Dios a bendecir.
Comentario: Aunque invirtamos esfuerzo
y duro trabajo, no por eso debemos concluir que es de Dios lo que estamos
haciendo. Muchas veces hacemos o dejamos de hacer las cosas por razones como el
orgullo, el enojo, competencia, la envidia, soberbia, etc.
Podemos concentrar
todas nuestras fuerzas y tiempo, pero eso no significa necesariamente que lo que
estamos haciendo es de Dios, o que está obligado a bendecirnos en lo que hemos
emprendido. Es vital estar seguros de la dirección divina, y pesar los motivos
de nuestro corazón.
4) Nuestras acciones y
razones no siempre son del agrado del Señor (Gén. 11:4).
Comentario 1: Los
motivos del corazón de ellos estaban muy lejos del corazón de Dios. El Señor
quería que llenaran la tierra pero ellos no lo hicieron, más bien se
concentraron en un solo lugar y su objetivo era llegar al cielo, y levantar su
nombre en alto, olvidando que el único Nombre que esta sobre todo es el del
Señor.
Comentario 2: Dios pesa
nuestro corazón y las razones por las que hacemos las cosas. Las Escrituras nos
enseñan que “Jehová descendió para ver”, ésta frase nos dice que el Señor percibió,
exploró, examinó, evaluó, lo que el hombre estaba haciendo.
Esto nos recuerda que
nuestro corazón es observado y examinado por los ojos de Dios para aprobar o no
lo que hacemos o pensamos hacer (vrs. 5). Recordemos que sólo los planes del Señor son perfectos.
Reflexión final: Jesús
dijo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”, el Señor nunca busco
los suyo propio, su anhelo y deseo de vida fue hacer la voluntad del Padre
celestial. Sea ésta nuestra inspiración también. Señor ayúdanos a hacer tu voluntad,
que nuestro gozo sea cumplir con tus propósitos. Amén.
(Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria)
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