En el momento en el que iba a empezar su sermón, el pastor de esa iglesia le dijo al oído y en voz muy baja: “Acaba de entrar el señor Andrés Jackson: Tenga cuidado de no decir algo que lo ofenda” (En aquel tiempo el señor Jackson era el Presidente de aquel país).
Y se dice que desde aquel momento el señor Jackson fue un buen amigo de aquel evangelista. Necesitamos la verdad que nos salva, que nos libra de la condenación eterna, es la verdad completa en Jesucristo nuestro Señor...
I. La presencia del Señor Jesús trae cambios de bendición. Mateo 8:14
Comentario: Como podemos leer había enfermedad en casa de Pedro (su suegra estaba en cama). La verdad es que a veces en casa hay tristeza, depresión, crisis matrimonial, dificultades con los hijos, heridas del corazón, pero en medio de todo esto el Señor Jesucristo es poderoso para transformar nuestras crisis y problemas en victorias.
Comentario: El pasaje bíblico nos enseña que venía la gente a Jesús: afligidos espiritualmente, vacíos en su corazón (aunque eran muy religiosos), mal físicamente (enfermos, con dolencias) y emocionalmente con crisis, depresión, resentimientos, confundidos, pero encontraron en Jesús su respuesta. Él es el camino, la verdad y la vida, sólo en Cristo está el poder que transforma al ser humano.
Comentario: En la palabra de Dios acerca del Señor Jesús estaba dicho que nacería de una mujer que no había conocido varón, en una aldea llamada Belén, que sobre él reposaría el Espíritu del Señor, que estaría predicando en Galilea de los Gentiles, que andaría sanando a los enfermos y liberando a los cautivos, que habría de morir en una cruz y al tercer día resucitaría, y se cumplieron todas las profecías que estaban escritas acerca del Señor.
Por eso y con toda certeza, podemos afirmar que de igual manera se cumplirá lo que está escrito acerca de su segunda venida, que el Señor mismo descenderá del cielo, vendrá hasta las nubes, que los muertos en Cristo resucitarán primero y nosotros los que vivimos, los que hemos creído, seremos arrebatados, y estaremos para siempre con el Señor, y el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, sino que permanecerá por los siglos de los siglos, no tendrá fin.
Comentario: La Biblia nos enseña que desde la noche anterior a la crucifixión, el Señor Jesús comenzó a padecer, pues oraba en el huerto de Getsemaní en agonía, con gran clamor y lagrimas, su sudor era como grandes gotas de sangre, luego es prisionero de los sacerdotes y fariseos, quienes le golpean y escupen en su rostro, luego los soldados romanos le hacen lo mismo, así que aquella noche Jesús fue maltratado físicamente.
Además de estos golpes y humillaciones en la noche anterior, el Señor fue coronado con espinas, cubren su rostro y golpean su cabeza con un palo, después le azotan su espalda, y luego, golpeado y azotado, perdiendo abundante sangre, carga su cruz, los soldados romanos clavan sus manos y pies, y levantan la cruz con su cuerpo y varias horas después el Señor Jesús entregó su espíritu.
Como nos enseña la palabra de Dios, el Señor Jesús no había cometido pecado, pero ante su muerte la misma naturaleza reacciona: la tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abren, el velo del templo se rasgó en dos y el centurión y los soldados romanos dijeron: “verdaderamente éste era Hijo de Dios”. Su muerte partió la historia, por eso decimos: A.C. y D.C. Definitivamente nuestro Señor Jesús marcó la historia de la humanidad.
Comentario: Por causa del pecado el ser humano va camino a la condenación eterna. Las buenas obras son eso “buenas” pero no suficientes para alcanzar la salvación, sólo en Cristo hay salvación, pues el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo, Señor y Salvador nuestro.
Delante de Dios era Jesucristo el único que podía satisfacer la demanda celestial, él vino para librarnos del infierno, lugar destinado para el diablo y sus ángeles, Cristo ha venido para que todo aquel que en él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna, en él tenemos salvación y vida en abundancia.
Definitivamente, para salvación, todos en un momento de nuestra vida tenemos que abrir nuestro corazón al Señor Jesús, pedirle que su sangre nos limpie de pecado y entregarle nuestra vida, pues no hay otra manera de entrar en el Reino de Dios.
No es suficiente que ser buena persona, o hacer buenas obras, sólo en Cristo el ser humano tiene verdadera salvación y vida eterna, por eso Jesús es el camino, la verdad y la vida.
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Muchas gracias por compartir tan valiosa palabra, mil bendiciones.
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