Las palabras de Jesús en la cruz del calvario siguen
siendo hoy día un mensaje fundamental para la fe cristiana. Cada una de ellas
encierra una gran revelación y enseñanza de nuestro Dios.
Recordemos que el
Libro de los Salmos nos dice: “Envió su palabra y los sanó, y los libró de su
ruina”, podemos ver aquí cuan poderosa es Su Palabra…
“CONSUMADO ES”
Juan 19:30
Esta
palabra en su término original griego (teléo) tiene varios significados muy
importantes:
1) Terminar,
completar: la obra de Jesús estaba concluida, había formado a los apóstoles,
había anunciado el evangelio del Reino en Israel, había sanado y liberado a
miles, y ahora entregaba su vida para salvación de los hombres, aquí en medio
del dolor más terrible terminaba su misión.
2) Cumplir:
había venido para hacer la voluntad del Padre celestial, descendió del cielo, por
amor (a su Padre y a la humanidad), se sometió a la perfecta voluntad del
Padre, aunque esto implicaba dolor, pero cumplió con todo lo que la Biblia decía
de él.
3) Llevar
a cabo: aunque en muchos momentos aparecieron obstáculos, y diversa oposición,
siempre perseveró y no se dejó distraer del propósito, se fortalecía en la
comunión con el Padre celestial.
4) Pagar:
la deuda del hombre con Dios era impagable, por eso la Biblia dice: “ninguno
podrá en manera alguna dar a Dios su rescate, porque la redención de su vida es
de gran precio, y no se logrará jamás” Sal.
49:7-8.
Sólo Jesús podía pagar ese precio, la Biblia lo llama “precio de sangre”, perfecta,
sin mancha ni pecado, por eso dice que fuimos rescatados no con oro, ni con
plata, sino con la sangre preciosa de Cristo.
Así
pues, Jesús culminaba con su misión salvadora, su sangre era derramada para
remisión de los pecados de todos los hombres. El Nuevo Pacto era sellado con su
perfecta sangre. La más grande expresión del amor de Dios era exhibida en la
cruz del calvario.
(Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria)
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