En el vrs. 18 “Dios hace un pacto con Abram, diciendo: a tu descendencia daré esta tierra”, y podemos concluir entonces que las bendiciones, galardones, y recompensas que el Señor envía, no sólo son para nosotros sino también para nuestra descendencia.
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miércoles, 7 de octubre de 2015
DIOS
ES NUESTRO ESCUDO
“Después
de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas,
yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande” Génesis. 15:1.
1) Dios
nos da la victoria sobre nuestros enemigos.
Comentario: La frase “Después de éstas cosas” nos hace
mirar atrás ¿Qué había sucedido? En el capítulo anterior Abram había enfrentado
a quienes habían secuestrado a su sobrino Lot, familia y bienes. La batalla
había sido intensa, pero finalmente Dios le dio la victoria sobre sus enemigos
(eran cuatro reyes de Canaán).
2) Es
fundamental derrotar el temor.
Comentario: Inmediatamente después Dios habla a Abram y
lo primero que le dice es: “No temas”. Frase que frecuentemente usó (y usa) el
Señor para hablar a sus hijos y siervos, por ejemplo se lo dijo al profeta Jeremías,
a Gedeón, a Josué el conquistador, a Pablo el apóstol, y hoy a nosotros. Aquí
se lo dice a Abram, pues seguramente temía las represalias de los reyes
cananeos que había derrotado, o temía su futuro, o quedarse sin hijo (ver Gén.
15:2-3), pero Dios que conoce el corazón de Abram, le habla fortaleciendo su
fe.
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3) Dios
es nuestro escudo y fortaleza.
Comentario: Dios le explica a Abram porque no debe temer:
“yo soy tu escudo”, algo así como: “aunque no tengas ejércitos como ellos, yo
soy tu ejercito” o “aunque no tengas corona como ellos, yo soy tu corona y
poder”. La palabra escudo aquí, viene de un término hebreo que además traduce: defensa,
protección, arma. Esto era el Señor para Abram (y también para nosotros, pues
también es nuestro Señor y él no cambia). Dios es nuestro escudo.
4) Dios
recompensa tu fidelidad y esfuerzo.
Comentario: Ahora el Señor le
hace una promesa: “tu galardón será sobremanera grande”. Al observar las
Escrituras vemos que Dios anima a sus hijos (ejemplo que los padres debemos
imitar), y lo hace de diversas maneras, en éste caso promete un “gran galardón”
que traducido del hebreo significa: “multiplicación de la recompensa”, “gran
salario”.
En el vrs. 18 “Dios hace un pacto con Abram, diciendo: a tu descendencia daré esta tierra”, y podemos concluir entonces que las bendiciones, galardones, y recompensas que el Señor envía, no sólo son para nosotros sino también para nuestra descendencia.
En el vrs. 18 “Dios hace un pacto con Abram, diciendo: a tu descendencia daré esta tierra”, y podemos concluir entonces que las bendiciones, galardones, y recompensas que el Señor envía, no sólo son para nosotros sino también para nuestra descendencia.
Þ Dios es nuestro escudo, nuestra fortaleza, por
tanto debemos desechar el miedo, porque él está al tanto de todo, recordemos
que uno de sus nombres es “Jehová de los ejércitos”. Continuemos en el camino
de Su propósito, sin desmayar, él ha prometido bendecir. Adelante, los que
avanzan y perseveran son los que llegan a la meta y alcanzan grandes
conquistas.
(Texto
escrito por Ptor Gonzalo Sanabria)
De08
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