Poderosas son las respuestas de Dios

Reflexión: Poderosas son las respuestas de Dios.

 

 

 

Nos dice la Biblia: “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída y tu mujer Elisabet dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Juan”, Lucas 1:13.   

Recordemos que Zacarías era sacerdote y esposo de Elisabet, llevaban décadas casados, pero ella era estéril, ambos de edad avanzada y no podían tener hijos. La Escritura nos enseña que Zacarías estuvo orando y pidiendo a Dios un hijo, pero la respuesta a aquella oración no había llegado. 

Después de transcurrir décadas, estaba Zacarías sirviendo al Señor y se le apareció un ángel trayéndole un mensaje de Dios, palabras en las que debemos reflexionar. 

Lo primero que podemos ver es que Dios nos habla de diversas maneras, puede hacerlo a través de sueños o visiones, personas o ángeles, o a través de su poderosa palabra. Siempre debemos estar atentos, sensibles y con discernimiento para recibir los mensajes de Dios a nuestra vida. 

En segundo lugar, el ángel le dice: “No temas”. Aquella manifestación sobrenatural generó un gran temor en el corazón de Zacarías (pienso que sucedería igual con nosotros), y el ángel le habla generando en Zacarías, seguridad y confianza. Es lo que Dios hace, él quita el miedo de nuestro corazón, y nos da fortaleza y seguridad en él. 

En tercer lugar, la expresión: “tu oración ha sido escuchada”, nos permite ver que había llegado el tiempo de la respuesta a su clamor, y que no había perdido todas aquellas oraciones por su anhelado hijo. 

El tiempo había transcurrido y el hijo no había llegado, el versículo veinte nos enseña que Zacarías ya no lo esperaba. Pero, Dios es fiel y todo lo hace perfecto en su tiempo. 

Finalmente, nos dice el pasaje que el ángel le dijo a Zacarías: “a tu hijo le llamarás Juan”. Es decir, de aquella matriz estéril, de un matrimonio avanzado en años, y cuando ellos ya no esperaban su milagro, Dios lo hizo. De ellos nació, Juan el bautista, el poderoso profeta que habría de anunciar la llegada del Mesías a Israel. 

Por eso, no debemos abandonar ni renunciar a nuestra oración, a su tiempo el Señor responderá y lo hará de la mejor manera, y de acuerdo a sus poderoso y perfectos propósitos.   (Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).

 

 

 

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