Al volver del cautiverio
en Babilonia, los judíos se dedican a la restauración de la ciudad de
Jerusalén. Se atribuye la reconstrucción del templo a Zorobabel y a Josué, los
muros a Nehemías, pero la restauración del culto y la lectura y práctica de la Palabra
a Esdras.
Fueron tiempos de esfuerzo, trabajo, lucha y oposición, pero al final
se logró el plan de Dios: reconstruir la ciudad de Jerusalén y el culto a Dios
(el Señor es poderoso para restaurar lo que ha sido dañado)…
¿POR QUÉ DEBEMOS VOLVER A
LA PALABRA DE DIOS?
Nehemías 8:1
1. Esdras significa “Dios es ayuda” (Representa lo que
Dios estaba haciendo con Israel).
Comentario: Esdras era un sacerdote
y escriba erudito en la ley de Dios. Llamado por algunos “el segundo Moisés”.
La tradición judía dice que conocía de memoria la ley de Moisés, ocupó el lugar
de sumo sacerdote (era descendiente de Aarón), y tenía la autoridad religiosa y
civil por orden del rey persa Artajerjes. Dios respaldó a Esdras poderosamente,
pues cuando hacemos aquello para lo cual Dios nos ha llamado, siempre
contaremos con su ayuda.
2. La puerta de las Aguas representa la provisión de
Dios a través de Su palabra.
Comentario 1: El
texto nos dice que estaban unidos en la puerta de las Aguas, para escuchar la
lectura de la palabra de Dios. Recordemos que c/u de las puertas de la ciudad
de Jerusalén tenía nombre, por ej: “la de las ovejas, la de los pescados, la de
los caballos” y c/u con características propias, es interesante que la nueva
Jerusalén, la celestial, tendrá doce puertas, al igual que los muros de la
ciudad terrenal (el número 12 simboliza el gobierno de Dios). La palabra de
Dios nos ayuda a caminar en Su voluntad.
Comentario 2: Después
del cautiverio en Nehemías capítulo 3 se cita la reconstrucción de diez puertas
(el 10 indica responsabilidad humana, por ejemplo los 10 mandamientos, el
diezmo, las 10 plagas de Egipto, etc), recordándonos esto la importancia de
someternos al señorío de Cristo y a Su palabra pues es nuestra responsabilidad. Avancemos volviendo a la Palabra.
Comentario 3: Aquí se
menciona la Puerta de las Aguas, algunos
enseñan que estaba cerca de un manantial de aguas llamado Gihón, y que por allí
entraban las aguas al templo.
Es interesante que Jesús relacionó la obra del
Espíritu Santo con ríos de agua vida, él dijo: “El
que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva. Esto dijo del Espíritu Santo que habían de recibir los que creyesen en él” (Juan. 7:38-39).
Comentario 4: También
la Biblia relaciona el poder de la Palabra de Dios con la vida que da el agua,
Salmo 1. Entonces hablamos de un momento donde Dios derramó sobre su pueblo
renovación y vida. Es muy importante tener en cuenta que fue a través de la lectura
y estudio de la Palabra del Señor. Por eso es muy importante volvernos a la Palabra
de Dios.
3. Un corazón dispuesto
será bendecido con la revelación de Dios (Neh. 8:2-3).
Consideremos ahora como lo hizo Israel en aquella
ocasión:
a) “desde el alba hasta el mediodía”, Neh. 8:2-3
(durante 5 o 6 horas).
b) “sobre un pulpito de madera”, Vrs. 4, nos habla de
valoración, prioridad, darle a la Palabra de Dios el lugar de importancia que
le corresponde.
c) “estaban atentos”, Vrs. 5, destaca la reverencia, e
implica el compromiso del auditorio.
d) “se humillaron y adoraron”, Vrs. 6, y es que cuando
Dios nos habla nuestro corazón se postra ante su poder, amor y grandeza.
e) Los levitas explicaban la Palabra de Dios, vrs.
7-8. La humildad de corazón precede la enseñanza de Dios.
4. Dios usa su palabra para enderezar nuestro caminar
(Neh. 8:16-17).
Comentario 1: La
adoración y estudio de Su palabra produce arrepentimiento. Ellos recordaron
cosas que habían dejado de hacer, como la fiesta de los tabernáculos, y
experimentaron “gran alegría” que hacía 800 años aprox. no vivían.
Comentario 2: El
pueblo de Israel estaba en tiempos de reconstrucción de los muros y la ciudad
de Jerusalén; estaban regresando del cautiverio… a esta altura los muros habían
sido terminados y se empezaba a poblar la ciudad (esto nos recuerda la
importancia de la Palabra en el proceso de restauración).
Israel sabía que era fundamental restaurar el
culto al Señor, pues por descuidarlo precisamente habían ido al cautiverio
durante 70 años, con ausencia de templo, sacerdocio y en tierra extraña. Era el
tiempo de volverse a Dios.
Reflexión final:
Adorar también es reconocer nuestra maldad y arrepentirnos. Adorar también es
reconocer que morimos de sed sin Dios, es rendir nuestro corazón a la Palabra
de Dios, es reconocer su grandeza y santidad, adorar también es gozarnos porque
no hay otro Dios como el nuestro. Entonces caminemos volviendo a la Palabra de Dios.
(Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria)
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