Cuando estamos sin Dios es como intentar andar por el desierto sin ser lastimados por el ardiente sol y la escasez de agua allí. Es vital para nosotros aceptar que sólo el agua de vida en Jesucristo puede saciar nuestro corazón. Jesús es el camino, la verdad y la vida…
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miércoles, 31 de mayo de 2017
- 8:28
- Pastor Gonzalo Sanabria
- Jesús, lloró, mujer, perfume, pies, predicar, sermones, temas
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Introducción:
El salmista dijo: “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo”. Es necesario
reconocer que necesitamos de Dios para vivir, así como los árboles necesitan
del sol, del aire y del agua.
Cuando estamos sin Dios es como intentar andar por el desierto sin ser lastimados por el ardiente sol y la escasez de agua allí. Es vital para nosotros aceptar que sólo el agua de vida en Jesucristo puede saciar nuestro corazón. Jesús es el camino, la verdad y la vida…
Cuando estamos sin Dios es como intentar andar por el desierto sin ser lastimados por el ardiente sol y la escasez de agua allí. Es vital para nosotros aceptar que sólo el agua de vida en Jesucristo puede saciar nuestro corazón. Jesús es el camino, la verdad y la vida…
Nos dice Lucas 7:44-46
“Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: "¿Ves esta mujer?
Yo entré a tu casa y no Me diste agua para Mis pies, pero ella ha regado Mis
pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. "No Me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar
Mis pies. "No ungiste Mi cabeza con aceite, pero ella ungió Mis pies con perfume”.
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En este pasaje bíblico Jesús enseña
que la adoración de la mujer fue más allá de la “atención” que le hizo Simón al
Señor. El Maestro valoró la adoración de aquella mujer “pecadora” por encima de
las reglas y formalismos de los fariseos. Vamos a considerar ahora algunos factores
que vemos en esta adoración:
a) Es necesario tener
claro quién soy y quien es Dios.
Nota: Podemos ver que era una mujer
“pecadora”, observando la Biblia no podemos concluir con certeza que su pecado
era la prostitución, lo cierto es que su pecado era evidente para todos (ella era
rechazada y señalada), quizá era ese su oficio. La Biblia nos enseña que Dios
es santo, y al acercarnos a él es precisamente aquella santidad la que nos permite
ver nuestra real condición, y por eso reconocemos nuestra gran necesidad de su
amor y misericordia.
b) Debemos anhelar estar con Jesús
(esto significa que debemos tener pasión por Dios).
Este deseo o anhelo podemos verlo
en la mujer, pues ella se enteró de que Jesús estaba allí y fue en pos de él. Ella
se esforzó y perseveró, diligentemente corrió a casa de Simón el fariseo y allí
además tuvo que superar varios obstáculos, por ejemplo: era la morada de
un fariseo y por tanto no sería bienvenida; ella no había sido
invitada al banquete, tuvo que luchar contra su sentimiento de indignidad, etc.
c) La mujer
muestra un firme disposición a pagar el precio.
El contexto del pasaje nos indica que
la mujer derramó “un frasco de alabastro”. El alabastro es un mármol
translucido, por lo general de varios colores, es costoso, y contenía “perfume”
también de gran valor. Vemos pues que fue una “costosa” adoración, tengamos
presente que Dios no es barato, él es el bien más valioso del universo visible
e invisible.
d) La mujer expresa una actitud de humildad (la Biblia nos dice: “a sus pies”).
El corazón orgulloso no se postra
ni se dobla ante Jesucristo. La Escritura nos dice que la verdadera grandeza se
alcanza cuando estamos de rodillas. Dios da gracia a los humildes, y mira de
lejos al altivo. Precisamente por eso defendió a aquella mujer delante de todos
y la bendijo.
Conclusión: El Señor
Jesús cambió completamente la vida de aquella mujer, él la perdonó y restauró
su autoestima. Ella derramó sus lágrimas a los pies de Jesús, derramó su perfume de alabastro, y ella salió justificada, aceptada y valorada el mismo Señor
Jesús. Estos son los maravillosos resultados de entrar en la presencia de Dios.
Te invitamos a leer el sermón: "EL PECADO OCULTO Y SUS CONSECUENCIAS".
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Sermón: La mujer que lloró a
los pies de Jesús - Ella derramó perfume de alabastro – Temas para predicar -
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