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SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
miércoles, 7 de junio de 2017
Introducción:
La Escritura enseña que el gozo del Señor fortalece al cristiano ante las dificultades.
Además nos dice que “el reino de Dios no consiste en comida y bebida, sino en
justicia, paz y gozo en el Espíritu de Dios”. Podemos también considerar que en
el cielo no hay personas afligidas, ni deprimidas, tampoco tristes ni enojadas
con Dios. Todos ellos están en la presencia del Señor y por eso hay un continuo
gozo.
Nos dice Filipenses
4:4 “Regocíjense en el Señor
siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!”.
El Señor Jesús
actualmente está sentado a la diestra del Padre celestial, él volverá nuevamente
por su iglesia (y claro también vive en nosotros, pues él es omnipresente). Y la
Biblia nos enseña que además en nosotros mora el Espíritu Santo. Lamentablemente
en muchas ocasiones contristamos (esto es entristecer) al Espíritu con nuestra
desobediencia. Dios habita en cada uno de nosotros, y esto es un motivo de gran
alegría.
El apóstol Pablo estaba encarcelado cuando escribe esta epístola. Pablo
se dirige a una iglesia constituida, en libertad, muy bendecida, y desde su
condición de cautiverio él anima a los creyentes de la ciudad de Filipos. ¿Cuál
era su secreto para estar fortalecido ante la adversidad? Era un hombre de comunión
con Dios, y ante la dificultad o en medio de la bendición el apóstol adoraba a
Dios.
Pablo utiliza la palabra regocijarse,
término que es más fuerte que tener gozo. Regocijarse es básicamente tener dos
veces o dos medidas de gozo, es doble gozo, es más fuerte e intenso. Cuando estás
convencido de que el Señor es tu escudo y que por encima de todo está Su
poderosa mano, entonces es posible confiar en que la voluntad de Dios se hará y
todo saldrá bien.
Es también muy interesante tener en cuenta que al obedecer al
Señor el corazón del cristiano se regocija, y experimenta una alegría especial,
es espiritual, es la satisfacción que el Espíritu Santo comunica a tu corazón.
Ese regocijo sobrenatural nos fortalece y anima, pues el gozo de Dios es la
fortaleza del cristiano.
Vemos pues que regocijarse en el
Señor nos impulsa para avanzar y caminar por sendas de victoria en Cristo donde
el diablo no te pude tocar. Los planes de Dios contigo fluirán pues caminas con
Su fuerza y poder.
Conclusión: Sin duda Dios
ha diseñado lo mejor para cada uno de nosotros, no permitamos entonces que los
obstáculos arrebaten el gozo del Señor, por el contrario fortalécete en Su
presencia, y persevera siguiendo Su dirección, avanzando con su fuerza.
Te invitamos a leer el sermón: "DIOS ES MISERICORDIOSO Y SANTO".
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Sermón: Alégrate en el Señor
Dios. – Temas para predicar -
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