La salvación viene de Dios.
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sábado, 20 de enero de 2018
Introducción: A veces
vivimos momentos muy difíciles en nuestra vida, situaciones en las que vivimos
la impotencia y nada o muy poco podemos hacer al respecto. Aquellos momentos nos
impulsan a buscar a Dios, es un tiempo en el que nuestro clamor se intensifica,
el Señor en su bondad, amor y cuidado manifiesta su poder salvándonos de la crítica
situación. Por eso todos tenemos que reconocer que la verdadera salvación viene
de Dios…
La salvación viene de Dios.
Salmo 3:5-8 “Yo me acosté
y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de
gente, que pusieren sitio contra mí. Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío… La
salvación es de Jehová; sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah”.
La Biblia nos enseña que Absalón el hijo del rey David
se ha levantado contra él y con muchos hombres, su propósito es quitarle el
trono (el encabezado del Salmo 3 nos dice eso). Éste Salmo también nos dice que
el rey David podía dormir ante aquella crítica situación porque logró confiar
en Dios, por eso dice: “Jehová me sustentaba” (versículo 5).
El término “sustentar” desde el hebreo traduce
además: afirmar, perseverar, proveer, y reposar. Términos que nos recuerdan que
es Dios quien nos fortalece para perseverar, él es nuestra provisión y en él
podemos reposar o descansar.
En medio de aquella situación David no permitió que
el temor gobernara su corazón, por eso dice: “No temeré” (versículo 6). Él
sabía bien quien era Dios, David había visto caer a Goliat, a los otros
gigantes, él había visto como el poder de Dios había hecho huir ejércitos
enteros y muy grandes, él sabe que nadie peleará mejor esa batalla que Dios
mismo, por eso ora y dice: “Levántate, Jehová y sálvame Dios mío”.
Vemos que ésta porción bíblica (Salmo 3:5-8) termina
con “Selah”. Ésta palabra también para algunos significa “Siempre” y “triunfo”.
Entonces David, como nosotros, sabía que la salvación viene de Dios. Aquí Selah
nos recuerda que en el Señor siempre hay triunfo, de una o de otra manera, a
los que amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien.
Es muy difícil cuando los que se levantan contra ti
o se oponen son los de tu propia casa, en éste caso fue un hijo (Absalón), pero
puede haber dificultades con tu esposo(a), o con otros de tu propia familia. La
solución no es crear o generar un mayor conflicto, sino usar las armas
espirituales, como lo hizo David.
Entonces ora con sabiduría divina, adora al Señor
mientras él trabaja en la situación, no consientas el rencor, perdona y bendice
a los demás. Dios hará conforma su poder y voluntad.
Vemos entonces que Selah indica: adoración, pausa,
reflexión, siempre y triunfo. Palabras que nos recuerdan las actitudes con las
que debemos enfrentar los tiempos adversos de nuestra vida, Adoremos a Dios,
reflexionemos para crecer, y mantengamos firme nuestra confianza en el Señor
pues en él siempre tendremos victoria.
Conclusión: Confía en Dios, encomienda al Señor tu camino
y él hará. No permitas que el temor o la ansiedad inunden tu corazón, adora al
Señor, fortalece tu comunión con él, mientras esto haces, el Señor trabajará en
ti y en los tuyos.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer el sermón: "LIBRADO DE LA ANGUSTIA".
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