Introducción: Algunas veces nos cuesta trabajo
entender la obra de Dios, en otras ocasiones podemos cuestionar la voluntad del
Señor, y como Jonás en otros momentos podemos huir para evitar el plan de Dios.
Lo correcto es disponer nuestro corazón en las manos del Señor, él sabe cómo
hace sus cosas, él sabe muy bien a dónde nos lleva y todo lo hace bien en su
tiempo…
Dios sabe
porque hace las cosas
Con su poder Dios puede transformar la crisis en
una gran victoria, Génesis 41:14 “Entonces Faraón envió y llamó a José. Y lo
sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudo sus vestidos, y vino
a Faraón”.
Recordemos que José estaba en la cárcel de los
presos del Faraón, y el rey había tenido un sueño que nadie había podido
interpretar. Faraón se entera a través del copero que José puede interpretar
sueños, y da la orden para que lo traigan ante su presencia.
Debemos destacar aquí la palabra “apresuradamente”
pues evidencia el poder de nuestro Dios para cambiar las cosas de la noche a la
mañana. A Dios sólo le tomó unas horas convertir a un preso en gobernante del
imperio egipcio, pero se tomó trece años para formar el carácter de José antes
de ponerlo en tan alto lugar. Un carácter maduro y formado por Dios es garantía
de bendición y preservación.
José salió de la cárcel apresuradamente, se afeitó
y se vistió apropiadamente para ir delante del Faraón. El Señor había trabajado
en el corazón de José y lo había equipado para administrar, ahora había llegado
el tiempo de la promoción. Dios sabe por qué, cómo, cuándo, dónde y con quién
hace sus cosas.
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José es conducido ante el Faraón para interpretar el sueño que ha tenido. Sin
duda, el Señor quiere usarnos poderosamente, por eso trabaja en nuestro corazón,
desea un carácter que lo honre a él, y que ante la grandeza de las bendiciones
y privilegios no nos jactemos sino que siempre demos la gloria a Dios.
Precisamente vemos esa actitud no sólo humilde,
sino dependiente de José en Dios, él tiene claro su lugar, así como sabe que lo
que tiene ha venido de Dios: Génesis 41:15-16 “Y dijo Faraón a José: Yo he
tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que
oyes sueños para interpretarlos. Respondió José a Faraón, diciendo: No está en
mí; Dios será el que dé respuesta propicia a Faraón”.
Los dones sobrenaturales, la unción, el poder,
puede Dios derramarlos de la noche a la mañana, pero por su gran amor hacia
nosotros trabaja en nuestro carácter continuamente como hace el buen alfarero
con el barro.
Conclusión: Es necesario rendir nuestra voluntad a la de
Dios, siempre será mejor. No sólo
debemos desear del Señor su poder y sus dones, es fundamental la sabiduría que
viene del cielo para vivir recta y honestamente delante del él, y administrar
debidamente todo lo que nos da, así daremos honor a Dios y su nombre será
glorificado, Génesis 41:38-40
“Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a
otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José:
Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú.
Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo;
solamente en el trono seré yo mayor que tú”.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
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