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martes, 16 de octubre de 2018
La pareja experimenta tiempos difíciles y de crisis, pero en Cristo podemos superar todos los obstáculos. Nos dice
1 Pedro 4:8 “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá
multitud de pecados”...
Debido a la naturaleza pecaminosa heredada de Adán
y Eva la pareja vive crisis y dificultades propias de la vida. Por supuesto hay
tiempos maravillosos que no deben quedar en el baúl de los recuerdos, sino que
deben motivarnos a volver a vivir tiempos como esos.
A pesar de que Adán y Eva fueron expulsados del
Edén y perdieron aquellos privilegios, ellos continuaron juntos y como dice la
Biblia tuvieron muchos hijos e hijas. Su matrimonio tuvo dificultades que
superar pero llegaron a la vejez juntos.
Pudieron culparse el uno al otro, ofenderse,
maltratarse, separarse, etc, pero no lo hicieron. Es cierto que Eva fue
abordada por la serpiente inicialmente, ella dio lugar a la equivocación, pero
al final fue el mismo Adán fue quien aceptó que ambos desobedecieran a Dios.
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Fue difícil y doloroso para Adán y Eva vivir aquel tiempo
seguramente, pero ellos decidieron enfrentar aquellos difíciles días juntos.
Ellos se perdonaron y decidieron perseverar. No fue fácil para Moisés y su
esposa Jocabed esconder a su hijo Moisés del decreto del rey que era la muerte
para los hijos hebreos.
No fue fácil para Zacarías y su esposa Elizabet
vivir décadas sin tener un hijo por la esterilidad de ella, pero él nunca el
menospreció ni la culpó, la amó y vivieron juntos hasta el último día de sus
vidas.
Culpar, condenar, pelear, burlarnos del otro, o desquitarnos
por la ofensa recibida no ayuda, por el contrario esto empeora las cosas. La
ira, el resentimiento, el rencor, la venganza, etc, son actitudes que no ayudan
en la relación de pareja. Estas cosas deterioran la relación, estas cosas
atentan contra el matrimonio.
La Biblia nos enseña el poder del amor y del
perdón. Cuando decidimos que sea Cristo quien gobierne nuestro hogar todas las
cosas serán más fáciles, con su ayuda y dirección podemos superar los más
grandes obstáculos de la vida.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
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