Reflexión: Somos un plan celestial en la tierra.
La Biblia nos dice en el Libro de los Salmos 139:16 “Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”.
Dios formó las partes de nuestro cuerpo en el vientre de nuestra madre según estaba escrito en su libro, y durante todo este proceso los ojos de Dios estaban sobre nosotros.
Este es un pasaje de la Biblia que nos habla de un libro especial, personalmente lo llamo el Libro de los diseños. Allí está planeada o diseñada nuestra vida y el propósito de Dios con nuestra existencia en la tierra.
Cada uno de nosotros ha sido planeado y diseñado por Dios para un propósito, de modo que en el momento de la concepción, se encarna el plan celestial; así como Cristo se hizo carne y vino a la tierra; por eso, el mismo Señor dijo: “ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”, Juan 17:14.
No podemos ignorar una realidad, y es que el reino de las tinieblas procura mediante muchas formas y herramientas destruir o estorbar el propósito de Dios. Es aquí, donde la fe y la oración, son aquellos instrumentos poderosos que el Señor nos ha entregado para vencer y avanzar sobre la oposición del enemigo.
La fidelidad de Dios se hace evidente cuidando nuestra vida y enviando su constante provisión, y con esto no sólo me refiero a la parte financiera, Dios es nuestro proveedor integral, él nos da la fortaleza, confianza y sabiduría para perseverar y tomar buenas decisiones.
La expresión “En tu libro estaban escritas todas aquellas cosas”, nos lleva a pensar en la eternidad y presciencia de Dios.
Eternidad, porque desde antes de nacer, el Señor ya nos tenía planeados y con una asignación en esta tierra; son tiempos que van mucho más allá de nuestros propios pensamientos. Y presciencia, pues es ese atributo divino mediante el cual nuestro Creador lo sabe todo, antes de que suceda, sin intervenir en el proceso.
Teniendo presente las virtudes propias y únicas de Dios, sabemos que él es soberano y bueno, él es amor; por lo tanto, todo lo que él diseña o planea es bueno y para bendición de muchos; por lo tanto, su plan y voluntad para nuestra vida es buena y perfecta. (Sermones cristianos escritos por Pastor Gonzalo Sanabria).
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