(Sanidad para tu pasado). Introducción: No podemos negar que
a veces cuando queremos caminar hacia adelante, cosas del pasado pueden
aparecer para estorbar… Pablo lo dijo de ésta manera: “hermanos, yo mismo no
pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que
queda atrás, me extiendo a lo que está adelante, a la meta, al premio”. En Cristo hallamos el poder para la sanidad de nuestro pasado. Veamos este interesante estudio:
Sermón: Sanidad para tu pasado.
I. El corazón de David fue herido en su pasado, es decir en su infancia.
A. David fue rechazado por su padre Isaí. 1 Samuel 16:1, 10-13
"Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo dechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey... E hizo pasar Isaí siete hijos suyos, pero Samuel dijo a Isaí ¿Son éstos todos tus hijos? y él respondió: Queda el menor, que apacienta las ovejas... Envió y le hizo entrar... Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es...".
Comentario: Esta era una ceremonia muy importante y solemne, pero Isaí llamó a sus siete hijos primeros, y David no fue llamado. Es más, Isaí presentó sus hijos primeros con el
anhelo que fuera uno de ellos. Pero aunque su propio padre no lo tuvo en cuenta, Dios había escogido ya a David.
B. David recibió de su padrea Isaí un oficio poco importante para ellos. 1 Samuel 17:28.
"Su hermano mayor le dijo: ¿para qué has descendido acá ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto?".
Comentario: El oficio de cuidar las ovejas de la familia no era importante pera ellos, pues leemos: “esas pocas ovejas en el desierto”. esta labor había sido delegada al menor
de los hijos, y seguramente los mayores no habían querido hacerlo, así que Isaí mandó a David.
C. David fue tratado con indiferencia y menosprecio.
Comentario: Como podemos ver en la Biblia, para Isaí David no
tenía el mismo valor de los otros hijos, pero Dios sí tenía un gran plan para él, 1 Samuel 17:12, veamos aquí varias cosas importantes:
Aunque los hijos de Isaí eran ocho, él consideraba siete.
David era el hijo menor, era el octavo.
Comentario: Podemos concluir entonces que para Isaí David no
tenía el mismo valor de los otros hijos, pero el Señor tenía un gran plan con él.
Era el octavo hijo, en la Escritura el número ocho significa un nuevo
comienzo
(pues la circuncisión era al octavo día, cuando se entraba en una
nueva comunión; y fueron ocho los salvados en el arca, para dar comienzo a un
nuevo mundo; y ahora el octavo hijo daría comienzo a un nuevo reinado en la voluntad y bendición de Dios).
II. David fue un padre influenciado por los traumas y heridas de su pasado.
A. El rey David no ejerció correctamente la autoridad sobre sus hijos.
Comentario: La Biblia nos enseña que el rey David tuvo tres hijos
en Hebrón, siendo éstos los primeros: Amnón el mayor, Absalón y Adonías. Veamos
ahora que sucedió con ellos:
Amnón: violó a su hermana
Tamar, y aunque su padre se enojó, no dijo nada, 2 Samuel 13:21-22 "Y luego que el rey David oyó todo esto, se enojó mucho. Más Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón aborrecía a Amnón, porque había forzado a Tamar su hermana".
Absalón: mató a su hermano Amnón por lo que le hizo a Tamar, 2 Samuel 13:28-29a "Y Absalón había dado órdenes: Herid a Amnón , matadle, y no temáis, pues yo os lo he mandado... Y los criados hicieron con Amnón como Absalón les mandó"; y luego se rebeló contra su padre David,
para quitarle el reino, 2 Samuel 15:10-13.
Adonías: 1 Reyes 1:5-6 "Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y gente de a caballo, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así?".
El texto dice: “hijo de Haguit” era esposa de David,
con la que él había tenido a Adonías, “se rebeló” quería el trono de de Israel. La Nuev Versión Internacional dice: “Adonías
era más joven que Absalón, y muy bien parecido. David, su padre, nunca lo había
contrariado ni le había pedido cuentas de lo que él hacía".
Podemos concluir entonces que no basta con sabe someterse a la autoridad, es necesario aprender a
ejercerla. Las heridas del pasado (maltrato de nuestros padres, por ejemplo) pueden
llevarnos a herir a otros con nuestra autoridad (ejemplo: Isaí) o pueden llevarnos a
no ejercer la autoridad por miedos (lo que le sucedió por ejemplo al rey David). Pero con la ayuda de Dios somos sanados y liberados de las heridas del pasado
B. El rey David no le enseño a sus hijos a valorar los privilegios reales.
Comentario: Los hijos del rey David todo lo tenían, pero no fueron instruidos para valorar los privilegios reales,
Adonías creció sin freno y sin disciplina, ¿por qué? Quizá David, quiso darles
lo que su padre Isaí no le dio en su infancia.
pero estos tres hijos murieron sin llegar con
paz a sus últimos días: Amnón a manos de su hermano Absalón, Absalón murió en
la rebelión contra su padre, y Adonías murió al rebelarse contra Salomón. Ellos murieron jóvenes.
III. Sin embargo, el rey David educó a su hijo Salomón con amor, sabiduría y autoridad.
A. El rey David instruyó a Salomón para el reino, 1 Reyes 2:1-4.
"Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo: ... Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos... para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; para que confirme Jehová su palabra".
Comentario: En esta oportunidad el rey David David dedica un tiempo para direccionar y formar a su hijo y para
instruirlo en el camino del Señor. Él logró corregir sus errores y hacer las cosas bien. Dios sana aquellas heridas de nuestro pasado.
B. El reino del Salmón fue prospero y respaldado por la mano de Dios. 1 Reyes 2:12.
"Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera".
Comentario: Por supuesto, la instrucción, enseñanza y las advertencias de David su padre fueron sumamente útiles para
Salomón; su reino fue bendecido y protegido por la mano poderosa de Dios.
Reflexión final: Vemos, pues que las heridas del pasado o de la infancia, no sanadas en el
corazón de David, influenciaron su vida de adultez y su papel como padre, pero
al final de su vida, al final de sus días, pudo hacerlo mejor.
Dios es nuestro
sanador, y él quiere restaurar todo nuestro corazón, en Cristo hay sanidad para nuestro pasado. Nuestra familia se merece
lo mejor, y Dios quiere precisamente darnos esas bendiciones.
Te invitamos a leer:
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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