Introducción:
A veces en la vida se experimentan momentos de dolor y fracaso,
grandes decepciones y profundas crisis, y esto produce en el creyente desaliento
y a veces decide renunciar.
Pero nuestro Dios es restaurador, y cuando lo buscamos, su mano poderosa se extiende
trayendo victoria, sanidad, liberación y restauración. Porque él es Dios
Todopoderoso y restaurador…
DIOS
ES RESTAURADOR
I. EL SEÑOR JESÚS ATIENDE A CADA UNO
A. Jesús
sabe lo que pasa en tu casa (Lucas 4:38).
Comentario 1: La Biblia nos dice
que Jesús
“entró en casa de Simón” no fue a otra casa, no a otra familia, sino a la
familia de su discípulo y servidor. La suegra de Simón estaba en cama, enferma.
Había aflicción en casa de Pedro, y es precisamente allí donde va Jesús. Jesús
tiene cuidado de sus hijos y sus familias.
Comentario 2: la Escritura nos dice que ella tenía “Una
gran fiebre”, desde el griego el texto en su original traduce: “siendo sujetada
por una fiebre grande” y la palabra “grande” traduce además: abundante, enorme,
fuerte, mucha.
La fiebre alta puede causar un profundo daño cerebral, cuando
está por encima de los 42º centígrados. Generalmente el origen de una
fiebre es una infección. También encontramos que la fiebre es un síntoma que
evidencia una enfermedad.
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B. Es
fundamental pedir a Dios por nuestra
familia.
Comentario: El texto nos dice
que “le rogaron por ella”,
esto también nos deja ver las buenas relaciones en la familia de Pedro, y la importancia
y poder de la intercesión u oración unida. En el versículo 39 podemos ver los
resultados: el Señor Jesús “se inclinó hacia ella”, se ocupó personalmente de
la suegra de Pedro y ella se levantó, fue sanada por el poder de Dios.
Ella
estaba postrada en cama por su dolor, por la enfermedad, tal vez estaba pasando
por una crisis emocional, etc. La Biblia nos dice que ella se levantó y “les
servía”. Esto nos habla de gratitud y amor por Aquel que nos levanta. Dios es
restaurador.
II. EL SEÑOR JESÚS
OFRECE SANIDAD Y SALVACIÓN.
A. La presencia de Dios
produce grandes cambios (Lucas 4:40a).
Comentario: El texto nos enseña
como las familias afligidas
por diferentes situaciones y problemas venían al Señor Jesús y traían consigo sus
enfermos, y vemos dos cosas muy importantes para ver el poder de Dios: venían
creyendo que Jesús haría algo y ellos intercedían y rogaban por sus
familiares.
B. El
Señor Jesús atiende a quien acude a él
(Lucas 4:40b).
Comentario: La Biblia nos dice
que Jesús ponía sus manos “sobre
cada uno de ellos”, el Señor los toco personalmente y uno por uno, vemos
entonces a Jesús interesado en cada persona, él no hace acepción de personas, no
importa su estrato, su educación, o cuán grande sea su dificultad, Jesús los
ama a todos.
Era movido por su compasión, nos dice Mateo 14:14 “y Jesús vio una
gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban
enfermos”, porque conocía su dolor, sus luchas, su impotencia, su desesperanza,
su crisis. Jesucristo es nuestro ayudador
III. JESÚS
TRANSFORMA LA VIDA DE AQUEL QUE SE ACERCA A ÉL.
Comentario: Vemos que mucha gente venía a Jesús para encontrar en
él la sanidad para sus enfermos y la solución a sus problemas, y el Maestro a
todos atendió y bendijo.
Todos aquellos
que por la fe alcanzaron un milagro del Señor, experimentaron un
profundo cambio de vida pues conocieron a Jesús, el cual es Dios sobre todas
las cosas. En realidad el más grande milagro ocurre cuando el hombre pecador se
encuentra con la Gracia del Salvador: Jesucristo nuestro Señor.
Conclusión:
Nuestra vida experimenta a veces momentos de dolor
y fracaso, decepciones y crisis, y muchas veces están afligen tanto al creyente
que opta por renunciar. Pero Dios
es restaurador, y cuando nos acercamos a él, su mano poderosa se extiende
trayendo sanidad, liberación y restauración. (Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria).
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