Introducción:
Las dificultades de pronto aparecen en nuestro camino. No quisiéramos encontrarlas
ni que se nos acerquen, pero con ellas aprendemos multitud de lecciones de
vida, nuestro espíritu se hace fuerte, nuestra fe crece, aprendemos a depender
más de Dios y valoramos mucho más los consejos del Señor en Su palabra.
Nos damos
cuenta que Jesús siempre tiene la razón y en medio de la tormenta él viene en
nuestra ayuda. Dios nos da la victoria sobre todo problema…
DIOS NOS DA LA VICTORIA SOBRE TODO PROBLEMA.
Marcos 4:37-39 “Pero se
levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal
manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y
le despertaron, y le dijeron: Maestro,
¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y
dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza”.
1) Las tormentas
llegan de un momento a otro.
Comentario: Debemos ser conscientes
de la realidad de las tormentas. El mar de Galilea, llamado así por su gran
tamaño en comparación con el resto del territorio de Israel, es en realidad un
gran lago de agua dulce.
Debido al bajo nivel del mar de Galilea, la temperatura
del aire es más cálida allí que en las mesetas y montañas que están alrededor,
y por el valle del Jordán llegan fuertes vientos que proceden del monte Hermón,
que se encuentra hacia el Norte no muy lejos y cuya cima está
coronada de nieve, lo que resulta en trastornos atmosféricos, que facilitan y
promueven la formación de tormentas inesperadas. Cómo ocurre muchas veces en
nuestra vida cuando aparecen las dificultades o crisis cuando menos lo esperamos.
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2) Algunas veces nuestra experiencia y capacidad son impotentes ante la tormenta.
Comentario: Habían varios pescadores entre los discípulos, que habían crecido allí junto al mar de Galilea, conocían muy bien el lago, y seguramente habían calculado que la noche estaba bien para viajar por el lago, sin embargo la Biblia nos dice que: “se levantó una gran tempestad”, entonces fue repentina. A veces nuestra experiencia y capacidad son impotentes ante ciertas tormentas de la vida. Allí sólo Dios nos puede ayudar e intervenir con un milagro.
3) Deposita tu
confianza en Dios.
Comentario: Es fundamental tomar la actitud correcta ante las tormentas. El
Señor Jesús dormía, él estaba confiado en la protección de su Padre y estaba
seguro del propósito divino, precisamente esa certeza produce paz y confianza. Los
discípulos estaban con mucho temor y la incredulidad embargo sus corazones.
El
antónimo de la fe es el temor, la fe se alimenta con las Palabras de Dios, el
miedo se alimenta con las palabras de fracaso, tu boca es el instrumento del Señor
para vencer cualquier tormenta. El Señor Jesús le habló a la tormenta con poder
y autoridad, en cambio los discípulos hablaban de morir. ¿Cómo hablas tú cuando
estás en medio de la tormenta? Ten presente que tus palabras alimentarán
la tormenta o la harán menguar hasta desaparecer.
Dios nos da la victoria sobre todo problema.
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4) Hay poder en las
palabras de tu boca.
Comentario: Jesús ejerció la fe y la autoridad, el Señor le habló a la
tormenta, ejerciendo Su poder y declarando palabras de “bonanza”, término
traducido del griego “galene” que significa además: calma, gozo, raíz de
sonreír. Nos dice además el texto que Jesús: “reprendió al viento… y cesó el
viento” entonces háblale con autoridad al origen de tu tormenta, y el Señor se
levantará y actuará a tu favor.
5) Ten presente
siempre que detrás de la tormenta hay una gran victoria.
Comentario: El plan del Señor Jesús era ir al otro lado del mar de Galilea, allí
Jesús realizó uno de los más grandes milagros en su ministerio terrenal: la
liberación del endemoniado gadareno. Tengamos en cuenta que podemos estar
caminando en el propósito de Dios y encontrarnos con una tormenta… Había sido
un día largo de trabajo para el Señor, había estado predicando y ministrando
sanidad y liberación, por eso nos dice la Biblia: “despidiendo a la multitud” =
versículo 36a, y por eso dormía, pero luego aparece una tormenta. Seguramente obstáculos
aparecerán cuando caminas hacía el propósito del Señor, pero tomas nuevas
fuerzas en Dios y continua porque Su plan prevalecerá.
Conclusión: Ten
presente que las tormentas pueden venir para distraerte, para evitar que
avances, para producir miedo, dudas e incredulidad y hacerte retroceder, pero
al otro lado hay una gran conquista, hay gran un milagro, por eso avanza Dios
tiene para ti grandes y nuevas cosas. Persevera, Dios nos da la victoria sobre
todo problema. (Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria)
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