Entrada destacada
SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
viernes, 5 de febrero de 2016
- 12:09
- Pastor Gonzalo Sanabria
- avanza, Jesús, lado, milagro, otro, tempestad, tormenta
- No comments
“Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado… Pero
se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca,
de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un
cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que
perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece.
Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza”. Marcos. 4:35-39.
Es fundamental concientizarnos de la realidad de las tormentas. El mar
de Galilea, se llama así por su gran tamaño en comparación con el territorio de
Israel, pero es un gran lago de agua dulce. Debido al bajo nivel del mar de
Galilea, la temperatura del aire es mucho más cálida allí que en las mesetas y
montañas circundantes, y por el valle del Jordán llegan fuertes vientos
procedentes del monte Hermón, que se encuentra hacia el norte no muy
lejos de allí y cuya cima está coronada de nieve, lo que resulta en trastornos
atmosféricos, que facilitan la formación de tormentas repentinas.
Habían varios pescadores
entre los discípulos, que habían crecido allí, conocían muy bien el lago,
seguro calcularon que la noche estaba bien para viajar por el lago... “pero se
levantó una gran tempestad”, fue repentina. A veces nuestra experiencia y
capacidad son impotentes ante ciertas tormentas de la vida.
Debemos tomar la actitud correcta ante las tormentas. Jesús dormía, el
Señor confiaba en la protección de su Padre y estaba seguro del propósito
divino, esta certeza produce paz y confianza. Los discípulos estaban temerosos
e incrédulos, el antónimo de la fe es el temor, la fe se alimenta con la
Palabra de Dios, el miedo se alimenta con las palabras de fracaso.
Tu boca es el instrumento de Dios para vencer la tormenta. Jesús le
habló a la tormenta con poder, en cambio los discípulos hablaban de morir… ¿cómo
hablas tú cuando estás en medio de la tormenta? Porque tus palabras alimentarán
la tormenta o la harán desaparecer.
Jesús ejerció la fe y la autoridad, Jesús le habló a la tormenta,
ejerciendo la autoridad, y declarando la “bonanza”, palabra traducida del término
griego “galene”: que significa: calma, gozo, raíz de sonreír. Dice el texto:
“reprendió al viento… y cesó el viento”. Háblale con autoridad al origen de tu
tormenta, Dios se levantará a tu favor.
Al otro lado de la tormenta, hay una gran victoria. El plan de Jesús
era ir al otro lado, allí Jesús realizó uno de los más grandes milagros de su
ministerio: la liberación del endemoniado gadareno. A veces podemos estar
caminando en el propósito de Dios y encontrarnos con una tormenta… Había sido
un día largo de trabajo para el Señor, había estado enseñando y ministrando,
por eso dice: “despidiendo a la multitud” = vrs. 36a, y por eso dormía, pero
aparece una tormenta.
Obstáculos seguro aparecerán cuando caminas hacía el propósito de Dios,
pero esfuérzate porque el plan del Señor prevalecerá. Al otro lado hay un gran
milagro, y no serás sólo testigo de él, sino protagonista en las manos de Dios.
Reflexión final: Una tormenta puede venir para distraerte, para evitar que avances, para
generar miedo e incredulidad y hacerte retroceder, para procurar que tus sueños
se hundan, pero al otro lado hay una gran conquista, hay una gran victoria, hay
un milagro, seguro que la fe de los discípulos después de esto era más grande…
Dios tiene para ti grandes cosas.
Escrito por Gonzalo
Sanabria para Estudios
y sermones. Autorizado para ser publicado en Mensajes
y sermones para predicar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario