Introducción: La provisión y el cuidado del Señor por su pueblo
mientras éste caminó por el desierto son sin duda poderosos testimonios del
poder y bondad de Dios que están siempre a favor de sus hijos.
Sermón: La provisión
de Dios en tiempos difíciles
Nos dice la Biblia en Éxodo 16:4-5 “Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "Yo haré
llover pan del cielo para ustedes. El pueblo saldrá y recogerá diariamente la
porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en Mi ley. Y en el
sexto día, cuando preparen lo que traigan, la porción será el doble de lo que
recogen diariamente”.
Es triste ver que el contexto en el que nace éste poderoso milagro
no es una respuesta del Señor al clamor ni a la oración, tampoco se debe a la
adoración del pueblo de Israel, más bien nos dice la Biblia que “Israel
murmuró”.
A pesar de que el Señor mismo iba delante de ellos, era quien los
defendía y señales poderosas había hecho a su favor, pero los hebreos no estaban
agradecidos, tampoco confiaban en él, ellos lo que hacen es expresar su
inconformidad mediante la queja y la murmuración por lo que es la voluntad del
Señor. (Debemos evitar la murmuración ya que el Señor sabe lo que hace).
El Señor esperaba que su pueblo confiara en su poder y en sus
promesas, era él quien los había sacado de la esclavitud egipcia con poderosos
milagros, y ahora los lleva a la tierra que fluye leche y miel. Esto nos
recuerda que también nosotros debemos confiar en el Señor, él sabe a dónde nos
quiere llevar (él lo sabe todo).
El Señor habla
a Moisés quien estaba dirigiendo la peregrinación, pero lo hace además porque él
tenía un corazón sensible (debemos tener presente que el sol endurece el barro,
pero ablanda o deshace el hielo. Ante ese difícil camino muchos corazones se habían
endurecido, pero Moisés mantuvo un corazón manso, humilde y sensible a la voz
del Señor).
La Biblia nos dice que el Señor le dijo a Moisés: “hare llover pan
del cielo”, y eso nunca antes había sucedido, y por supuesto que hacer llover
en el desierto ya era una cosa muy difícil, mucho más difícil era hacer llover
pan, esto era algo único y naturalmente imposible, pero vemos que Moisés confió
totalmente en las palabras de Dios.
Es muy
importante tener presente que el pan en aquellos tiempos eran alargados, otros quizá
redondos, de diversos tamaños, su color era café oscuro y claro (según el trigo
y sus componentes), y Moisés pudo imaginárselos así, pero nos dice la Escritura
que el maná era “como semilla de culantro (cilantro), blanco, y su sabor como hojuelas con miel” (Éxodo
16:31).
Entonces aunque el Señor siempre hace lo que dice, no significa esto
que siempre lo hará como nos lo imaginamos o pensamos.
Ellos estaban ubicados en el
desierto de Sin, y este nombre significa arbusto. Entonces el panorama estaba
compuesto por arena y arbustos, paisaje difícil, y precisamente en estos
tiempos es cuando debemos utilizar y avanzar con los ojos de la fe, es decir
mirar por encima de las adversidades, confiar en lo que el Señor ha prometido, ya
que adelante estaba la tierra de la abundancia y bendición, pasar por el
desierto era temporal.
El Señor da instrucciones respecto
al modo de recoger el maná: “recogerá diariamente la porción de un día” y en
esto dice la Biblia serían probados. El Señor nos prueba y él espera que observemos
su palabra, esta es la prueba de la obediencia. Para el Señor, obedecer es más
valioso que muchos sacrificios.
Ésta provisión (el maná) era sólo
por un tiempo, fue la provisión divina en el desierto para los israelitas. Pero
en el Nuevo Testamento el Señor Jesús dijo: “Vuestros padres comieron el maná
en el desierto, y murieron. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si
alguno comiere de este pan, vivirá para siempre” (Juan 6:49, 51).
Entonces Jesucristo
es la provisión para la eternidad y para nuestro presente, él es nuestra vida y
fortaleza, por eso dice que quien “come de este pan vivirá para siempre” (Juan 6:58).
Gracias Señor Jesús.
Conclusión: Dios es
nuestro proveedor, y la más poderosa provisión fue enviar a su Hijo Jesucristo,
él es el pan vivo que descendió del cielo, él dio su vida por nuestros pecados.
Gracias Señor Jesús por tu obra, enséñanos a alimentarnos de ti cada día.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Sermón: La provisión de Dios en
tiempos difíciles. – Temas para
predicar -
Estamos unidos orando sera de bendicion ese proyeto quiero estar suscripto alli mi esyimado hermano psstor
ResponderEliminarMuchas gracias Neftali por tus palabras y apoyo. En un par de semanas haremos el lanzamiento de éste nuevo blog y las instrucciones para la suscripción. Dios te bendiga.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAleluya mi hermano Dios lo llene de bendicion todo lo podemos en Cristo Jesus que nos fortalece.
ResponderEliminarDios te bendiga Eberr, gracias por tu comentario.
EliminarAleluya mi hermano Dios lo llene de bendicion todo lo podemos en Cristo Jesus que nos fortalece.
ResponderEliminarDios te bendiga Eberr, gracias por dejarnos tu comentario.
EliminarExcelente reflexión muchas bendiciones cuente con nuestras oraciones para este ministerio.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y oraciones. Dios te bendiga.
EliminarDios le bendiga pastor con esta refleccion me ha hecho comprender mas este pasaje.bendiciones.
ResponderEliminarMuchas gracias por dejarnos tu comentario. Dios te bendiga.
EliminarDios le bendiga hno, que bueno poder volver a disfrutar de sus mensajes, me edifican mucho, me había desconectado y no los estaba recibiendo, pero ya estoy aquí gracias a Dios.
ResponderEliminarDios te bendiga. Muchas gracias por tus palabras y por el apoyo a este ministerio. El Señor Jesús guarde tu vida y la de toda tu familia.
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