Dios no quiere tu fracaso

(Dios no quiere tu fracaso). Introducción: La palabra de Dios es clara: las malas decisiones provocan grandes pérdidas. Dios no desea tu fracaso, él desea bendecirte y que tu puedas avanzar en victoria. Todo esto es posible cuando seguimos la dirección y el consejo del Señor; hacer las cosas a nuestro modo, sin tener en cuenta el modelo de Dios producirá grandes pérdidas y dolores.

La persona que ama y sigue la palabra de Dios, será como un árbol plantando junto a las corrientes de las aguas que da su fruto en su tiempo, y todo lo que hace prosperará. Veamos ahora este interesante tema:   

Dios no quiere tu fracaso:

2 Crónicas 20:35-36 “Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías, rey de Israel, el cual era dado a la impiedad, e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber”.

El reinado de Josafat fue un tiempo de gran bendición y prosperidad. Lamentablemente aquel tiempo de prosperidad, expansión y victorias, empieza a decaer. No fue precisamente porque el rey Josafat empezará a adorar a los dioses cananeos, sino porque tomó malas decisiones.     

Este pasaje bíblico nos dice que el rey Josafat estableció amistad con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad, no era un hombre temeroso de Dios. De hecho nos dice la Biblia que él hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y provocó la ira de Dios.

Podemos recordar aquí las palabras del Espíritu Santo a través del apóstol Pablo cuando le dijo a los corintios: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos… ¿Qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente” 2 Corintios 6:14-16. 

Lastimosamente el rey Josafat se hizo amigo de Ocozías, hijo de Acab y Jezabel, además nos dice el versículo treinta y seis que “hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis, y las construyeron en Ezión-geber”. Es decir crearon una empresa que construía naves.

Ezión-geber era un puerto de Edom sobre el Mar Rojo. Recordemos que Edom era otro nombre para Esaú, hermano y enemigo de Jacob, enemigo de Israel. Este nombre “Ezión-geber” significa: Espinazo del gigante. Nos recuerda a los gigantes enemigos de Israel en la tierra prometida. En otras palabras, Josafat estaba haciendo amistad o convenio con el enemigo. Era sin duda alguna, un convenio, negocio o amistad que no tendría buen fin.

2 Crónicas 20:37. Dios envió un profeta llamado Eliezer, que le dijo al rey Josafat: “Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras”. Aquellas naves que habían construido se rompieron y no pudieron ir a Tarsis. Aquella empresa o negocio fracasó, porque cuando dejamos de seguir el consejo de Dios las cosas salen mal.

Hay amistades que bendicen, que edifican, que nos animan y alientan en el camino del Señor, pero aquella amistad que te aparta de Dios o te lleva a hacer lo malo no viene del Señor. Más bien viene de parte del enemigo para hacerte perder las bendiciones que Dios te ha dado. 

Es muy interesante el detalle que nos añade el pasaje paralelo a este suceso, 1 Reyes 22:48 donde se nos dice que: “Josafat había hecho naves de Tarsis, las cuales habían de ir a Ofir por oro; más no fueron, porque se rompieron en Ezión-geber”. Entonces no fue posible traer el oro de Ofir. Este lugar, Ofir, era una tierra famosa por su riqueza.  

La historia nos enseña que éste oro, era apreciado en gran manera por su alta calidad. Por eso se usaba su nombre en relación con la calidad en el lenguaje comercial, por ejemplo sí un vendedor quería destacar la calidad de su producto, decía algo así como: “Este producto es de altísima calidad, como el oro de Ofir”.

Pero aquella riqueza y bendición que Josafat pensaba conseguir se perdió, porque se equivocó de amigo. Recordemos que Jesús dijo a sus discípulos: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor, pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” Juan 15:15.

Todo esto nos hace reflexionar en la importancia y necesidad que tenemos de fortalecer nuestra amistad con el Señor. Es fundamental y necesario orar y buscar a Dios

              

Recuerda que la Biblia nos dice: “Vuelve en amistad con Dios, y tendrás paz, y te ira bien… Vuélvete al Omnipotente, y serás edificado, alejarás de tu casa la aflicción; y tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyo oro de Ofir; el Todopoderoso será tu defensa y tendrás plata en abundancia. Porque entonces te deleitará en el Omnipotente y alzará Dios tu rostro” Job 22:21-16.

No debemos procurar la amistad con Dios sólo pensando en la plata o en el oro que él enviará, pues lo más valioso e importante no son las cosas materiales, sino el Dador de todas las cosas. Procuremos ser amigos de Dios, su consejo siempre nos llevará al destino de bendición que nos ha preparado. 

Conclusión: Dios nos ama y desea nuestro bienestar, por eso nos habla y nos muestra el camino a seguir. Es muy importante darle al consejo de Dios el primer lugar en nuestra vida y cuando esto hacemos el resultado será nuestra bendición.    

Te invito a leer:

Cómo Dios anima y restaura a su pueblo.

Dios trae lo mejor para tu vida.

El hombre es administrador, Dios es el dueño. 

SUSCRÍBETE GRATIS y recibe nuestras actualizaciones en tu e-mail, HAZ CLICK AQUÍ 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.  

- Dios no quiere tu fracaso -