Entrada destacada
SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
martes, 25 de agosto de 2020
Sermón: El Señor Jesús puede transformar todas las cosas.
Con cierta frecuencia, no logramos tener claridad o
discernimiento respecto a las circunstancias que vivimos, no podemos ver claramente
el plan y diseño de nuestro buen Dios, y por eso podemos concluir que el respaldo
del Señor en nuestra vida está limitado, por supuesto esto es falso, pues Dios
ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.
La palabra de Dios nos dice en el evangelio según San Marcos
8:22-25 que “Llegaron a Betsaida, y trajeron a Jesús un ciego y le rogaron que
lo tocara. Tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea; y
después de escupir en sus ojos y de poner sus manos sobre él, le preguntó:
“¿Ves algo?” y levantando la vista, dijo: “Veo a los
hombres, pero los veo como árboles que caminan". Entonces el Señor Jesús puso
otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y
podía ver todo con claridad”.
Seguramente, por su condición y situación este hombre ciego que
vivía en oscuridad e impotencia, además del rechazo social y la soledad, no esperaba
un milagro. Quizá él esperaba la hora de morir en su triste condición, sin volver
a ver la luz del sol, sin solución a su crisis.
Es muy interesante considerar que algunos “lo trajeron a
Jesús”, es decir él no vino al Maestro por iniciativa propia. La verdad es que
en ocasiones a la adversidad se le da más grandeza de la que le corresponde. A
veces hacemos más grande el obstáculo de lo que realmente es.
Pero, a pesar de todo, podemos ver que este hombre ciego desde
aquella difícil condición fue ministrado por el Señor Jesús, él volvió a ver,
su vida fue restaurada plenamente. Ninguna crisis es más grande que Dios, y no
hay adversidad que nuestro Señor no pueda solucionar.
Es posible que en el proceso del milagro aparezcan algunos obstáculos,
quizá oposición, tal vez decepción, frustración o cansancio, allí debemos acudir
a Cristo para recibir de él nuevas fuerzas para continuar, y él con su
fidelidad y amor nos recompensará.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario