Introducción: La
Biblia nos enseña que Dios está buscando
adoradores, en éste marco surgen varias preguntas ¿Cuál es en realidad la
adoración genuina? ¿Cuál es aquella que agrada a Dios? ¿Qué es lo que Dios
busca y espera?
La adoración verdadera va mucho más allá de cantar, es una
entrega total, es un vivir para Dios donde no hay deseos egoístas, sino que el
corazón late para hacer la voluntad del Señor…
¿POR QUÉ ES PODEROSA LA ADORACIÓN CRISTIANA?
I. CONSIDEREMOS LA DEFINICIÓN:
A. El término adoración viene del hebreo “shajah”
que además traduce: adorar, postrarse, bajarse, inclinarse. En el griego se
usan varios términos, el que con más frecuencia se traduce adorar es “proskuneo”
(pros: hacia; kuneo: besar), implica: acto de homenaje o reverencia, también
traduce: dar obediencia a, arrodillarse, postrarse.
Nota: Adorar es
el reconocimiento de
la naturaleza, poder y soberanía de Dios, donde el corazón humano se rinde y
se somete en amor, es aquella acción que procura agradar a Dios.
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B. Recordemos la cita de Mateo
4:9-10
“y le dijo: Todo esto te
daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás,
porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”.
Nota: El Nuevo Testamento interlineal dice: “y le
dijo: todas estas cosas te daré, sí caído en tierra te postras ante mí.
Entonces le dijo Jesús: apártate, pues está escrito: al Señor tu Dios adorarás
postrado, y solo a él rendirás culto”. Debemos considerar varias
cosas importantes aquí:
1) El contexto nos enseña que el diablo procurará
que no adores a Dios.
2) El diablo ofrece muchas cosas para que dejes
de adorar al Señor.
3) El diablo te aconsejará el camino más fácil (el
Señor Jesús es dueño de todos los reinos, pero primero era la cruz).
4) Entonces la adoración genuina hace la
voluntad del Señor en Su tiempo y a su manera, y es esto lo que hace que el
reino de Dios sea establecido en la tierra, y es entonces cuando vemos la
gloria y poder de Dios entre los hombres.
II. EL SEÑOR JESÚS HABLÓ
DE LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU Y VERDAD (Juan 4:19-24).
A. El Señor Jesús está
evangelizando y enseña al respecto.
Nota: El Señor Jesús le habla a una mujer
samaritana, y aprovecha esta circunstancia para enseñarnos acerca de la adoración:
1) Destaca la relación padre e hijo.
2) En éstos 5 versículos, vemos que se usa la
palabra adorar o sus derivados, en diez ocasiones (y es esto precisamente lo
que llama la atención).
3) Jesús
dice que el Padre está buscando esta clase de adoradores (lo que de manera
implícita nos hace pensar que tal vez no abundan).
B. Los Versículos 23 y 24,
nos revelan algunas características de los verdaderos adoradores, ellos “adoran
al Padre”, “en espíritu”, “y verdad”.
Nota
1: Son
personas que han nacido de nuevo, y así como la presencia del Señor se
manifestaba en el lugar santísimo del templo, ahora cada hijo de Dios se
encuentra con él en su espíritu, porque Dios es Espíritu y la comunicación es
espiritual, Versículo 24.
Nota
2: La
palabra verdad nos
habla de honestidad y obediencia al Señor. La mujer samaritana que estaba en el
pozo necesitaba saber que había que nacer de nuevo, y que la adoración genuina
era mucho más que la vida religiosa que ella vivía, aunque buscaba al Señor,
había tenido cinco maridos y el sexto tampoco era el marido de ella. Vemos en
cambio que la mujer que adoró al Señor Jesús en el hogar de Simón fariseo, tuvo
como virtudes la humildad y la sinceridad.
III. LA
ADORACIÓN VA MUCHO MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS:
A.
Es
una plena confianza en el Señor.
Nota:
En Daniel 3:14-18, vemos que estos jóvenes confiaron plenamente
en Dios más allá de su vida en ésta tierra, y Dios fue propició a esa confianza
librándolos del fuego del horno.
B. Es
firmeza ante el enemigo y sus planes malignos.
Nota:
En el libro del profeta Daniel, en 3:19-20, 23,
vemos que él tuvo que enfrentar
diversas amenazas, rostros airados, oposición y complicaciones, y seguramente impotencia,
pero él confió en Dios de una manera firme y segura y el Señor no lo
decepcionó. La adoración en la tierra hace que el reino de los cielos se
establezca entre los hombres.
C. La adoración es una
confianza sin reservas en Dios.
Nota: Vemos que Daniel y sus amigos experimentaron una protección sobrenatural del Señor
en su vida, la Biblia nos dice: “Dios envió su ángel y libró a sus
siervos que confiaron en él”.
Personas, instituciones, amigos y familiares te pueden fallar, pero Jesucristo
nunca te fallará.
D. La
adoración genera fuerzas que te hacen estar dispuesto a ir con Jesús hasta el
final.
Nota: Podemos recordar al apóstol Pedro, quien siguió
a Jesús de lejos, y lo negó tres veces (y luego fue restaurado en el poder del
Espíritu Santo)… Pero estos tres jóvenes amigos de Daniel no se retractaron
aunque el fuego era intenso.
Conclusión: Adorar es más que una canción, es más que posición
física, es mucho más que palabras, va más allá de las lágrimas, es más que tocar
un instrumento, es darlo todo por Él… es negarse a lo que el enemigo te ofrece,
es reconocer que él es el Señor y dueño de todo, Aquel a quien le debemos la
vida.
Te invitamos a leer:
(Escrito por Pastor
Gonzalo Sanabria)
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