Introducción: Nuestro
Dios es Todopoderoso, él no cambia, él sigue haciendo milagros, aunque a veces
los problemas y la presión quieran hacernos dudar de esa verdad.
Veamos la
Biblia y concluiremos que ni el mar rojo, ni peligros, ni las cárceles, ni la
persecución, ni el foso de los leones, ni el horno de fuego, ni las potestades
y principados pudieron detener los planes del Señor, y hoy tampoco pues Jesús
sigue siendo Dios sobre todas las cosas…
JESÚS SANA EL CUERPO Y EL CORAZÓN
1)
Consideremos
en primer lugar la condición de éste hombre:
a)
Su
enfermedad (Lucas 6:6).
Comentario:
La Biblia nos dice que éste hombre “tenía seca la mano derecha”, en otras versiones
dice: atrofiada, tullida, paralizada, encogida. La Escritura no nos dice la
causa exacta, solamente podemos concluir que fue la consecuencia de una
parálisis local.
Tampoco podemos decir cuánto tiempo llevaba en esa condición.
Para la mente judía, esto debía corresponderse con algún juicio por su pecado
oculto o no perdonado.
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b)
Su vida
emocional y laboral estaba altamente perturbada.
Comentario
1: Lo más seguro es que él se sentía menguado, apocado, impotente y muy
triste. Tal vez otras veces se sentía inferior, y socialmente era rechazado
(pues sus hermanos judíos consideraban éstas situaciones como un juicio de Dios
por el pecado).
Comentario
2: Aunque la Biblia no lo dice es lógico concluir que
su condición le
restaba capacidad física y fuerza.
Un libro apócrifo judío enseña que él era un
albañil, y por supuesto en esta labor las manos son fundamentales, son herramientas
de trabajo que no pueden faltar, y por todo esto no podía ganar el sustento para
su casa. Gracias a Jesús quien sana el cuerpo y el corazón.
2)
Consideremos
ahora los obstáculos o dificultades a superar:
a)
Él
luchó contra la ansiedad (Lucas 6:6).
Comentario:
Vemos que éste
hombre buscaba al Señor a pesar de su dificultad o crisis, él fue a la sinagoga nos dice el texto, fue a adorar
al Señor y a recibir la Palabra de Dios (a veces aparecen las crisis nos
recuerdan que debemos buscar a Dios).
Seguro leía sobre los milagros de Dios,
pero pasaba el tiempo y nada ocurría en su vida, y en el tiempo del Señor tiene un encuentro con Jesús, allí estaba
ese sábado enseñando el Maestro (todo tiene su tiempo).
b)
El rechazo
social (Lucas 6:7, 9).
Comentario:
Nos dice la Biblia que habían allí escribas y fariseos, y ellos no solo atacarían al Señor
Jesús, sino también a éste hombre por recibir sanidad en el día de reposo, y
por eso ellos “acechaban”, son los enemigos de la gloria de Dios.
Son los
escribas y fariseos una figura de la religión y tradición de los hombres, que
prefieren cargar y afligir a las personas que darle libertad a Jesús para que
haga su obra.
3)
Veamos
ahora la obra del Señor Jesús:
a) El Señor Jesucristo
todo lo sabe (Lucas 7:8a).
b)
Jesús nos invita a dar
pasos de fe (Lucas 7:8b).
Comentario:
El Señor Jesús le dijo: “levántate”,
ante esto tal vez surgieron murmuraciones o comentarios en la sinagoga. La
verdad es que cuando alguien decide “levantarse” en Dios, recibirá palabras de
ánimo de algunos y desánimo por parte de otros.
Éste hombre es desafiado o
motivado a creerle a Jesús y debe vencer el miedo (a los fariseos y escribas).
La palabra de Jesús implica una acción del hombre, no basta con oír es
necesario poner por obra lo dicho por Dios, de lo contrario la fe es muerta.
c)
El
Señor Jesús es Dios Todopoderoso (Lucas 7:10).
Comentario
1: Jesús le dijo: “extiende tu mano”, imagínate ese momento
cuando éste hombre presenta su mano seca (era la mano de su vergüenza, era
aquello que él escondía, era lo que le afligía, y le causaba rechazo social y
religioso). Él por dirección de Jesús se expone ante todos, pero recibirá a
cambio su milagro, pues Jesús sana el cuerpo y el corazón.
Comentario 2: Quizá sólo te gusta mostrar tus fortalezas y
los resultados; la mano de éste hombre no era bonita, la guardaba junto a su
cuerpo, Jesús pidió ver la mano seca.
Muéstrale a Dios tus debilidades y
pecados, esas cosas que quieres esconder, que te hacen sentir mal (hablamos de miedos,
temperamento sin control, la ligereza en la boca que te mete en problemas, la
inmoralidad sexual, el doble ánimo, etc), pero cuando los traes a Dios, y
reconoces tu condición, el Señor Jesús trae restauración, sanidad, liberación y
nos levanta en bendición, porque él es nuestro sanador integral.
Reflexión final: El Señor Jesús no cambia, él sigue haciendo milagros,
nos ayuda en nuestras necesidades, y con Su fuerza podemos superar los obstáculos
que aparecen, él hará más allá de lo que podemos imaginar. Acércate al Señor
con corazón sincero, y no saldrás con las manos vacías. Jesús sana el cuerpo y
el corazón.
(Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria)
Te
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2. EL PODER SOBRENATURAL DE DIOS
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Muy bueno. Muchas gracias por su esfuerzo son de mucha bendicion a mi vida.
ResponderEliminarDios te guarde Maria Sanchez. Muchas gracias por tu apoyo y por dejarnos tu valioso comentario. Bendiciones.
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