DIOS NOS GUARDA EN MEDIO DE LA CRISIS

(Sí no puedes ver el mensaje completo haz clic en el título). Introducción: Ante las crisis hay diversas reacciones. Por ejemplo Israel por el desierto quiso volver a Egipto, Jonás huyó a Tarsis, Elías ante la persecución de Jezabel pidió a Dios que le quitará la vida, y cuando los soldados romanos apresaron a Jesús los discípulos huyeron. Estas son las reacciones naturales ante las crisis, pero recordemos que Jesús ante la cruz perseveró en oración y “apareció un ángel del cielo para fortalecerle”. Cuando la crisis es grande, del cielo viene para ti un poder mayor para vencerla. Fortalécete en Dios, no hay problema más grande que Su poder…       

DIOS NOS GUARDA EN MEDIO DE LA CRISIS

Consideremos un momento en la vida de José, el hijo de Jacob, cuando estuvo prisionero en la cárcel de los presos del faraón: Génesis 40:23 y 41:1, 9, 14. “Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó. Aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño… Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón… y Faraón envió y llamó a José. Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón”

1) Las decepciones son parte del camino.

Nota: La Biblia nos enseña una nueva decepción que José experimentó. Estando en una cárcel egipcia (y por el favor del Señor atendía todas las cosas en ese lugar), le correspondió servir a el jefe de los coperos y al jefe de los panaderos que el Faraón había enviado allí, y estando allí les interpretó sus sueños, los cuales se cumplieron a cabalidad. José entonces pidió al jefe de los coperos que se acordará de él y le hablara al faraón, pero éste lo olvido. Seguramente nos ha pasado también, que habiendo servido y bendecido a otros, éstos se olvidan con mucha rapidez de los favores recibidos. Te invito a leer: “¿Por qué es poderosa la adoración cristiana?”. 

2) Caminemos en los tiempos de Dios.

Nota 1: La Escritura nos enseña que “pasados dos años el faraón tuvo un sueño”. La frase “pasados dos años” nos habla de tiempo, a veces el tiempo se nos hace muy largo, pero caminar en los tiempos de Dios, es algo que debemos aprender. La intervención divina no era a los seis meses, ni a los cinco años, faraón tendría el sueño dos años después de salir el copero de la cárcel. Entonces en realidad el olvido del copero formaba parte del cronograma divino.

Nota 2: Es en éste tiempo (José tenía 30 años de edad, Génesis 41:46) cuando el jefe de los coperos habló de José al faraón, y vemos cómo Dios usa diversos medios, recursos y personas para finalmente llevarnos a Su voluntad (el Señor usó a Potifar, al jefe de la cárcel, al jefe de los coperos y luego al mismo faraón). Todo es posible para Dios.  

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3)  Las crisis son etapas de crecimiento.

Nota: Vemos que José fue sacado de la cárcel rápidamente para ser presentado ante el rey egipcio. Estar en la cárcel y además sin una razón justa, es una crisis que vivieron varios siervos del Señor, sin embargo, Dios siempre les dio la victoria, siempre mostró Su poder a favor de sus hijos. Es bueno recordar cómo enfrentaron ellos la cárcel: José con integridad y diligencia, Pablo y Silas lo hicieron con adoración y alabanzas, Pedro y la iglesia primitiva con mucha oración e intercesión, y todos ellos fueron testigos del poder del Señor librándolos de su cautiverio. Por eso: ¡La manifestación del poder sobrenatural de nuestro Dios siempre superará el tamaño de nuestra dificultad! 

4)  Dios está más interesado en tu ser, que en tu quehacer.

Nota 1: Ahora José debe ir al faraón para interpretar sus sueños. Dios quiere usarnos en gran manera, sin embargo él desea trabajar primero en nuestro ser (carácter) y luego en nuestro quehacer (servicio). En José vemos la manifestación de los dones divinos, desde su adolescencia, tenía diez y siete años cuando fue vendido por sus hermanos y pasó trece años entre la casa de Potifar y la cárcel, lugares donde aprendió no sólo administración, sino perdón, tolerancia, humildad, sujeción, responsabilidad, etc, y desarrolló aún más el don recibido del cielo.

Nota 2: Ahora el Señor, aprueba su aparición en público, y José tiene claro su lugar, pues dice a faraón: “No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia al faraón”. Cuando nuestro corazón madura en las manos de Dios, se convierte en un recipiente óptimo para la gloria del Señor. Persevera, Dios nos guarda en medio de la crisis.  

Conclusión: Toda nuestra vida está en las manos de Dios, son manos que nos protegen, manos que proveen, y nos conducen al propósito divino, manos que nos forman, cómo las manos del alfarero. Por eso, avanza siguiendo a Jesús, él sabe lo que hace.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

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