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SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
. . Sermones escritos listos para predicar - para predicar. A continuación ponemos a tu disposición un listado de sermones escr...
miércoles, 24 de mayo de 2017
Podemos
considerar varios motivos por los que aparecen lágrimas en los ojos, desde una
gran tristeza hasta una gran alegría, además por cortar la cebolla. Sin embargo
en la adoración a Dios al derramar el corazón también derramamos lágrimas ya que
su amor, poder y perdón nos envuelve...
Sermón: A los pies del Maestro Jesús
Lucas 7:37-38 “Uno de los Fariseos pidió a Jesús que comiera
con él; y entrando El en la casa del Fariseo, se sentó a la mesa. Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que
Jesús estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de
alabastro con perfume; y poniéndose detrás de El a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies
con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y los
ungía con el perfume.”
El fariseo no recibió a Jesús como
era digno de semejante visita. En la cultura hebrea tenían como costumbre atender
a los invitados al banquete en casa de la siguiente manera: sus pies eran
lavados en la entrada, se recibían con un beso como cortesía, además era ungida
con perfume su cabeza.
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Además aquel fariseo juzgó la adoración de la mujer y al mismo
Señor por aceptar aquella adoración de una pecadora (según Lucas 7:39). La rutina
religiosa y la hipocresía eran señales propias de los fariseos, siempre
buscaban el modo de ser reconocidos por los demás.
Vemos entonces que aquel fariseo
no creía en el Señor Jesús como el Mesías (recordemos que piensa: “sí éste
fuera profeta”), pero vemos que lo invitó a su casa, tal vez quería demostrar
sus influencias y “contactos” al tener en su casa al Rabí del cual todos hablaban.
Pero el Señor Jesucristo recibió la
adoración de aquella mujer “pecadora”; esto nos recuerda que para Dios es más
valioso un corazón sincero, que los títulos, que el estrato social, y todas las
prácticas religiosas que puedan existir. Las lágrimas a los pies del Señor son
evidencia de humildad y reconocimiento de nuestra necesidad de Dios. Para aquel
fariseo la mujer era una pecadora indigna de tocar al Maestro, pero el Señor la
honró delante de todos, ten presente Jesús defiende y honra a quien le adora y le
sirve.
Vemos también que el grado de
revelación del perdón recibido determina el nivel de adoración (según Lucas
7:47). Aquel fariseo no adoró a Jesús, pues su justicia dependía de actos
humanos y religiosos. Aquella mujer lo adoró, porque solo en Jesús el corazón humano
encuentra la gracia y el verdadero perdón. Cuanto más comprendes tu perdón más
grande es tu amor por él y tu adoración es diferente.
Conclusión: La adoración verdadera
nace en un corazón sincero, manso, transparente delante de Dios y que reconoce
su necesidad y por tanto acude al Señor para beber de la fuente de vida. Adora
a Dios.
Te invitamos a leer el sermón: "EL PODER SOBRENATURAL DE DIOS".
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
A los pies del Maestro Jesús. – Temas para predicar -
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