La fe en Dios te permite avanzar

(La fe en Dios te permite avanzar). Como podemos ver en la palabra de Dios el apóstol Pablo aprendió a confiar en el poder y cuidado del Señor, pero no sólo esto, él aprendió a seguir la voluntad del Señor aunque a veces era muy difícil de comprender para él.

La fe en Dios va mucho más allá de las palabras, confiar en Dios es depositar nuestro corazón plenamente en él, y aunque con nuestra mente no comprendamos del todo su obra y sus instrucciones, la confianza en él nos llevará a hacer su voluntad y seguir su camino, pues sabemos que él todo lo hace perfecto y para nuestro bien… Te invito a leer este interesante estudio:

  

La fe en Dios te permite avanzar y crecer en Cristo:

1) En primer lugar debemos tener en cuenta que la palabra de Dios nos enseña que el apóstol Pablo era un hombre de carácter fuerte y recio, pero Dios lo llamó no sólo para salvación, sino para que fuera su siervo. De tal manera que inicio un proceso de transformación en su corazón, y Pablo llegó a ser un hombre rendido a los pies de Jesucristo, dispuesto para toda buena obra.      

El apóstol Pablo como nos enseña la Biblia aprendió a confiar en Dios, en su soberanía y bondad. La queja no era parte de su vida, él aprendió a ver a Dios en todas las facetas de su existencia.  

Por ejemplo, según 2 Corintios 12:7-8 “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a loa cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí”.  

Considerando otros textos bíblicos podemos ver que el apóstol tenía una enfermedad que era visible y podía provocar cierta repulsión o rechazo, lo cual hacía sentir mal al apóstol.

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2) En segundo lugar vemos que en este pasaje Pablo mismo nos dice que esto era un instrumento que le ayudaba a no llenarse de orgullo ni de soberbia a causa de las revelaciones, y aunque le pidió a Dios tres veces que le quitara eso, el Señor no lo hizo y Pablo confió en la soberanía y en la buna voluntad del Señor.  

Como vemos el apóstol Pablo aprendió que él no tenía el control, sino que era Dios quien dominaba todas las cosas y todas las áreas de nuestra vida.     

3) En tercer lugar vemos también que el apóstol Pablo aprendió a hacer la voluntad de Dios con gozo y buen ánimo. Como podemos ver en 2 Corintios 12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”

Como vemos el apóstol aceptó la voluntad de Dios para su vida, y no lo hizo sólo con resignación, él recibió la voluntad del Señor con agrado, no se sometió a Dios con enojo ni murmuración, más bien “de buena gana” sigue buscando a Dios y sigue sirviendo a sus propósitos. Hacer la voluntad de Dios genera un gozo indescriptible.  

4) En cuarto lugar veamos en 2 Corintios 12:10 “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.

En este versículo podemos ver que el apóstol aprendió a no confiar en sí mismo, ni en sus capacidades, ni en sus fuerzas, ahora era un hombre dependiente de Dios, ahora era un instrumento en las manos del Señor que con gozo, fuerza y diligencia hacia la voluntad de Dios.

A través de la Escritora podemos leer que cualquiera que fuera el tiempo de Dios diseñado para su vida y momento, el apóstol Pablo con gozo lo asumía y en los momentos de mayor debilidad más se fortalecía en Cristo Jesús, pues era en aquellos tiempos cuando mayor gloria de Dios resplandecía sobre su vida.

El apóstol Pablo aprendió que lo que era y podía hacer, era por medio de Jesucristo nuestro Señor. La fe en Dios, en su poder y soberanía te permite avanzar.       

El Señor es el mismo, él no cambia, es decir, él sigue llamando a sus hijos y siervos, no por sus virtudes o capacidades, por el contrario los llama con falencias y debilidades para transformarlos y hacer de ellos poderosos instrumentos para bendición de muchos y para su gloria y honra.  

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Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.  

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