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SERMONES ESCRITOS LISTOS PARA PREDICAR
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jueves, 26 de marzo de 2020
(Declara
bendición sobre tus hijos). Nos dice Génesis 48:9 “Y respondió José a su padre:
Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los
bendeciré”.
Entonces
de la boca de aquel patriarca saldría palabra de bendición, profecía guiada por
el Espíritu Santo sobre la vida de José, y sobre la vida de Efraín y Manasés.
Como
vemos aquí en la palabra del Señor los padres tienen autoridad sobre los hijos,
pero esta autoridad no es sólo para darles órdenes o para corregirlos, también
es para orar por ellos y bendecirlos. Es necesario llenarnos del amor de Dios
para dar el correcto amor a nuestros hijos y guiarlos en el camino del Señor.
En este caso en particular vemos a Jacob
orando por su hijo José, y por sus nietos Efraín y Manasés, el patriarca impone
las manos sobre ellos, según Génesis 48:14. Imponer las manos significa que el
mayor bendice al menor, es interesante ver que Jesús dijo: “En mi nombre sobre
los enfermos pondrán sus manos y serán sanos”. Orar y bendecir es una tarea fundamental
de los padres sobre los hijos.
Como podemos ver según Génesis 48:15-16
Jacob como cabeza y líder de la familia, bendice primero a José y declara
protección, bendición, fe perpetua (fe que permanece en las generaciones), y
gran multiplicación. Esto nos sirve de ejemplo al orar por nuestras
generaciones, declaremos protección y bendición divina sobre nuestras
generaciones.
Como nos
enseña toda la Escritura el Señor tiene planes poderosos con toda nuestra descendencia.
Se nos enseña que Dios tiene planes específicos con cada uno de sus hijos, y cada
plan es poderoso (Génesis 48:17-19).
Como nos enseña la Biblia, el hijo de
Jacob, José pensó que su padre estaba equivocado al imponer su mano derecha sobre
el menor, es decir sobre Efraín; pues la tradición enseñaba que el padre ponía
la mano derecha sobre el primogénito, pero quien estaba guiando a Jacob en
aquel momento era Dios mismo. Él no estaba equivocado, él estaba siendo guiado
por el Espíritu de Dios.
Entonces el patriarca Jacob abrió sus labios
y declaró palabras de bendición, declara que el mayor, Manasés, sería también
un pueblo, y sería engrandecido. Pero, su hermano menor Efraín sería más grande
y su descendencia formaría naciones. Dios es soberano y perfecto en sus planes
y propósitos.
Entonces no debemos sólo declarar la fe
en Cristo sobre nuestra descendencia, debemos también declarar palabras de
prosperidad y bendición, palabras de victoria sobre sus enemigos, cobertura
espiritual, y muchas otras cosas del reino de Dios.
Es importante aquí resaltar el
significado de estos tres nombres que Jacob bendice: José, Efraín y Manases.
José significa: “incremento” (y sabemos por la Biblia como Dios lo prosperó),
Efraín significa: “doble incremento” y Manasés significa: El que hace olvidar;
entonces hay una doble porción para nuestra descendencia y grandes victorias
que harán quedar el pasado atrás definitivamente.
Es sin duda, muy importante aquí tener
presente que la Escritura nos enseña que aplicar el aceite (ungir) está
relacionado con y es símbolo de: consagración, bendición, protección, sanidad y
liberación.
Por eso los padres pueden también ungir
a sus hijos en oración declarando palabras de poder y bendición. Recordemos que
Juan el bautista fue lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre. Sean
nuestros hijos consagrados y dedicados para los poderosos planes del Señor en
esta tierra.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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