Dios restaura y transforma nuestra vida

 Sermón: Dios restaura y transforma nuestra vida.

 

 

La palabra de Dios nos enseña que cuando el Señor mandó a Ananías a la casa donde estaba Saulo de Tarso, le dijo: “ve, porque instrumento  escogido me es este”. La palabra “instrumento” desde el idioma griego también quiere decir: vasija.  

Podemos ver entonces, que como hijos de Dios somos, cada uno, un plan específico diseñado por el Señor, y como dice la Biblia, desde antes de la fundación del mundo. Somos instrumentos para maravillosos planes de Dios en esta tierra.  

Nuestro buen Dios se ocupa de trabajar y guiarnos en un proceso de continua formación y maduración; su principal objetivo es formar en cada uno de nosotros la imagen de su Hijo Jesucristo, por eso utiliza todos los medios y circunstancias necesarias para cumplir Su buena voluntad en cada uno de nosotros.    

La palabra de Dios nos presenta además a Dios, como alfarero y nosotros barro en sus manos, y cada día por el poder del Espíritu Santo y con el poder de su palabra trabaja en cada uno de sus hijos.  

Por el exceso de ocupaciones y el afán de esta vida, nos cuesta trabajo percibir la obra del Señor en nosotros, pero él está trabajando en cada uno continuamente y en lo profundo de nuestro ser.  

Dios sabe cómo conducir y formar a cada uno de sus hijos, él conoce todos los pensamientos de todo ser humano, y al mismo tiempo trabajo en cada cristiano, definitivamente sólo Él es Dios omnisciente y todopoderoso.  

 

   

 

La palabra de Dios nos dice en el libro de Job 22:23-26  

“Si vuelves al Todopoderoso, serás restaurado (edificado). Si alejas de tu tienda la injusticia, y pones tu oro en el polvo, y el oro de Ofir entre las piedras de los arroyos, el Todopoderoso mismo será tu oro precioso y tu plata escogida. Porque entonces te deleitarás en el Todopoderoso, y alzarás al Señor tu rostro”.  

Es maravilloso ver la grandeza de Dios y cómo se ocupa de cada uno de sus hijos. Debemos dar gracias al Señor por sus grandes planes con sus hijos.  

Debemos tener en cuenta, que algunas veces estos planes sufren daño o se estancan. Pero Dios es poderoso para restaurar, y cuando hay un genuino arrepentimiento, él interviene con su gloria y poder trayendo sanidad, restauración y levanta al caído para su gloria y alabanza.

 

 

 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.

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