Introducción: Con frecuencia las dificultades
de la vida o del ministerio provocan una crisis de fe, una lucha entre la duda
y el creer en el Señor. El enemigo de nuestras vidas procurará usar el dardo de
la mentira para hacernos dudar de la bondad y de la fidelidad de Dios.
Sin
embargo, nuestro buen Dios con su paciencia y amor, usará los mecanismos y
circunstancias necesarias para hacernos ver su cuidado y grandeza a nuestro
favor…
JESÚS NOS ANIMA Y RENUEVA NUESTRAS FUERZAS
I. UNA LUCHA ENTRE LA
FE Y LA DUDA (Lucas 7:18-19)
A) La
debilidad humana y los problemas pueden
generar duda respecto al poder y grandeza de Dios.
Comentario: Nos dice Mateo 11:2, que “al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le
envió dos de sus discípulos”, a pesar de que Dios mismo había respaldado su
ministerio, y de manera sobrenatural lo había ayudado y sostenido, Juan tiene
una lucha entre la fe y la duda, estaba en la cárcel, no podía ejercer el
ministerio, y todo esto removía su corazón.
B) El mismo Juan tenía la revelación
de quien era el Cristo (Juan 1:29-34).
Comentario:
Dios
mismo le confirmado a Juan el Bautista que Jesús era el Mesías. Pero, a veces las
dificultades y las crisis, nos pueden hacer olvidar las promesas y revelaciones
que Dios nos ha dado. Con frecuencia esto pasa, pero debemos seguir el consejo
de la Escritura: “puestos los ojos en Jesús”. Dios no miente, su Palabra
permanece para siempre, Jesús nos anima y renueva nuestras fuerzas. Te
invitamos a leer: “La Guerra Espiritual”.
II. ACERCARSE
A JESÚS ES LA SOLUCIÓN (Lucas 7:20-21).
A) Los hechos tiene más
volumen que las palabras.
Comentario:
Los
discípulos de Juan el bautista vinieron preguntarle a Jesús si era el Mesías, Cristo lo
que hizo fue dejar que sus obras hablaran por Él… Vemos también que la sanidad
es física y espiritual (pues sanaba las enfermedades, las plagas, y también sanaba a quienes padecían el
tormento de espíritus malos)…
B) En el ministerio del
Señor Jesucristo abundaron las sanidades (vrs. 22), demostrando esto que el
plan de salvación es un plan de restauración.
C) En Cristo hay respuesta
para todos.
Comentario: Alrededor del Señor Jesucristo habían
discípulos, ciegos, cojos, leprosos, sordos, endemoniados, pobres y aún los muertos
eran resucitados.
Todo aquel que reconociendo su condición y necesidad se
acerca a Jesús, no saldrá con las manos vacías de su presencia. Es Jesús quien
nos anima y renueva nuestras fuerzas.
III. JESUCRISTO ES EL MÁS GRANDE TESORO QUE PUEDA EL HOMBRE ENCONTRAR (Lucas 7:23).
A) Recibir a Jesucristo sin
prejuicios es la más grande riqueza.
Comentario:
Jesús nació en Belén (ciudad pequeña), creció
en Nazaret, vivió
en Galilea de los gentiles (Capernaúm), su familia “sin influencia social”, la
condición de sus seguidores (enfermos, endemoniados, lunáticos y pobres), su
manera de enseñar y ejercer el ministerio quebraba las normas de su época, todo
esto era quizá para muchos un gran motivo de escándalo y tropiezo. Jesús rompió
la tradición religiosa de los escribas y fariseos trayendo libertad a su pueblo.
B) En Jesucristo el hombre encuentra
la plena solución y respuesta.
CONCLUSIÓN: Dios padre envió a su Hijo Jesucristo, para
salvar y sanar a la humanidad, Jesús conoce la debilidad del hombre y por eso
está presto para ayudarle, Cristo es el mismo y sigue sanando, restaurando,
liberando y salvando.
(Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria)
Te
invitamos a leer:
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